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NOTICIAS | CONSPIRACION
El arma utilizada por los Illuminati para el control de masas / 2

Juntos, “ellos” son quienes gobiernan secretamente al mundo. Ellos, controlan la economía, los gobiernos, los medios de comunicación, los alimentos, el petróleo, la atención sanitaria, y los sistemas legales y educativos. Permanecen lejos del ojo público, fuera de los reflectores.

Por eso, cuando usted oiga decir que las personas más ricas del mundo son gente como Carlos Slim, Bill Gates, Amancio Ortega o Warren Buffett, sepa que no está escuchando la verdad.

Las personas más ricas del mundo, realmente, tienen o controlan mil veces más que estos peleles. Tienen miles de billones, en lugar de miles de millones. Basta con hacer un poco de matemáticas: Hay en circulación casi mil trillones de dólares estadounidenses, si se cuentan los derivados. Y, la mayor parte de todo ese dinero está controlado por tan sólo unas pocas familias, pertenecientes a la verdadera élite mundial.

Dentro de esa élite, de hecho existen algunos miembros benévolos que se preocupan por la gente y creen que la misma tiene derecho a conocer lo que está pasando. Algunos, incluso creen que los secretos de la élite deben ponerse a disposición de las personas, para lograr que estas se fortalezcan. Durante poco más de un siglo, algunos de ellos han filtrado parte de esa información secreta al público, a través de sus libros y entrevistas.

Ejemplos de esos libros, que revelan la agenda que la élite tiene preparada para el planeta, son “Tragedy and Hope”, de Carroll Quigley, “Report from Iron Mountain”, cuyo autor no ha sido revelado aún, “The Tax Exempt Foundations”, de William H. Mcllhany, “The Politics of Heroin”, de Alfred C. McCoy y “The Greening”, de Larry Abraham. Incluso el libro “1984” de Eric Arthur Blair, mejor conocido como George Orwell, fue escrito con un gran espíritu de revelación, aunque un poco ambicioso para su tiempo.

También tenemos ejemplos de algunas publicaciones, en las que se nos “regalan” ciertos secretos para alcanzar el éxito, guardados férreamente por las élites. Como “La ciencia de hacerse rico”, de Wallace D. Wattles y, hasta algunos libros que han tenido una gran aceptación por parte del publico, como “La ley del éxito en 16 lecciones” y “Piense y hágase rico”, de Napoleón Hill. E, incluso, algunas grabaciones han sido editadas, como “El secreto más extraño”, de Earl Nightingale, y “Su deseo es su comando”, de Kevin Trudeau.

Pero, volvamos a las actividades del lado oscuro de la élite, porque realmente hay mucho poder en el conocimiento. Su funcionamiento depende en gran parte del engaño al que se somete a las personas. Y esto, sucede la mayor parte del tiempo. Si conocemos sus métodos, podemos reconocer sus esquemas antes de que estos actúen, a fin de contrarrestar su engaño.

Sólo, cuando una gran cantidad de gente logre conocer lo que está pasando, su agenda podrá ser frustrada. Simplemente, a través de la exposición y el conocimiento.

Nombrada así en honor de Georg Hegel, el fallecido filósofo alemán, la dialéctica hegeliana es también conocida como “Tesis-Antítesis-Síntesis” u “Ordo Ab Chao” (del latín, “Orden desde el Caos”, el lema de los masones de grado 33). Aunque, todo suena mucho más complejo de lo que realmente puede parecernos.

También es conocida como “problema-reacción-solución”, y esa es la manera más fácil de entender cómo funciona. Un simple proceso de tres pasos:

PROBLEMA / REACCION / SOLUCION

Funciona más o menos así: La élite, “ellos”, desean que la sociedad en general piense de una determinada forma acerca de un tema en particular. Tienen una agenda a largo plazo para ello, y quieren controlar y guiar la dirección que toma la sociedad a través de la historia.

Digamos, que quieren que la sociedad se dirija en un “rumbo” determinado. Aunque ese “rumbo”, realmente, vaya en la dirección exactamente opuesta a la que se le ocurriría ir a cualquier miembro de la sociedad en su sano juicio. Y, a la que la gran mayoría se opondría ferozmente, sin que nadie siquiera se los sugiriese.

Así que, no lo mencionan. En absoluto. Ni siquiera una simple referencia de tipo político. En su lugar, utilizan los tres pasos mencionados anteriormente. En primer lugar, crean un “problema”, un “gran problema”. Tal vez un evento terrorista o un desastre natural. Aunque también pueden provocar un asesinato racial, o en masa. O fomentar un motín que se extienda por varios estados o, incluso, países vecinos.

Ese “gran problema”, se podría crear de forma bastante directa. Basta con entrenar a alguien y luego enviarlo a hacer el trabajo sucio. O de forma indirecta, simplemente creando las condiciones que, con el paso del tiempo, den origen al “problema” que se desea crear. Y, en ocasiones, incluso se puede sacar provecho de un “problema” que ha surgido aparentemente por azar.

Luego de producirse el “gran problema”, se le da una cobertura intensa en los medios de comunicación, durante todo el día y por varias semanas. Logrando, de esta manera, que la gente permanezca pegada a las pantallas de sus televisores, deseosos de conocer todos los detalles. Saber en que forma le podría afectar a sus familias, sus hogares, sus trabajos y, finalmente, su futuro... La noticia pasa a ocupar la totalidad de la programación.

Esto lleva a que se produzca en la gente la “reacción” deseada y diseñada para ellos. Un cambio, profundo y duradero, ha sido inducido en la mentalidad colectiva de toda una sociedad.

Sólo, una vez que la “reacción” haya llegado a su punto máximo, con la gente clamando en las calles por una solución, de cualquier tipo, será cuando “ellos” aparezcan, bajo la apariencia de gobierno benevolente, trayendo la anhelada “solución” en sus manos.

Una “solución” que apuntará hacia el “rumbo” por “ellos” trazado y que, ahora, la mayoría de la sociedad aceptará felizmente. Su mundo se ha visto seriamente amenazado por este “gran problema”, y su forma de pensar ha sido moldeada durante semanas por la desmesurada cobertura mediática, fuertemente controlada y manipulada.

Pero, no nos malinterpreten. No les estamos culpando a “ellos”, directamente, de causar todos los problemas existentes sobre la Tierra. Alguna veces, alguien, con una pistola o una bomba se vuelve loco, debido a la escalada de los niveles de opresión o al uso indebido de drogas psiquiátricas. Y, algunas veces, también los desastres naturales ocurren de forma natural.

Sin embargo, un problema es un “problema”. Ya sea creado o no. Y, “ellos”, van a moverse de forma vertiginosa para lograr sacar ventaja de los mismos.

Un hecho, que puede ejemplificarse perfectamente con las palabras pronunciadas por Rahm Emanuel, ex Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, que declaró: “Nunca se debe dejar pasar de largo una gran crisis. Y, lo que quiero decir con esto, es que son una oportunidad para hacer las cosas que antes pensabas que no podrías hacer”.

Quizás, con el paso del tiempo, usted haya podido notar que después de cada gran crisis se promulga una nueva legislación, que le otorga más poder y control al gobierno y a las principales instituciones y corporaciones, al mismo tiempo que reduce la libertad y la privacidad de las personas. Esto, amigos, ¡es dialéctica hegeliana pura en acción!

El objetivo final de esa élite, es llevar al mundo hacia un “Nuevo Orden Mundial”, como muestra la inscripción en latín que aparece en la parte posterior de los billetes de un dólar americano, “Novus Ordo Seclorum”.

Pero, es algo, que deben hacer paso a paso. A medida que moldean la sociedad para que acepte, cada vez más, el control de un gobierno totalitario. Es por esa razón que llevan más de 100 años trabajando para lograrlo.

Al final, ellos quieren establecer un gobierno mundial, con una moneda mundial. En el que no exista el papel moneda y toda la población lleve bajo su piel un microchip, con toda su documentación, y desde el cual poder controlar el saldo de sus cuentas bancarias.

Y, si no te gusta y protestas, bastará el simple clic de un ratón para retirar todo el dinero de tu cuenta y matarte de hambre. La película “In Time” ilustra bastante bien cómo funcionaría esa sociedad.

Pero, la buena noticia, es que se supone que ya no habrá más problemas tras la instauración global del Nuevo Orden Mundial. Ya no hará falta crear ningún “problema” para mantener a la sociedad bajo control. Siempre y cuando usted se sienta feliz con la miseria obtenida como recompensa por su trabajo y que sus libertades no vayan más allá de la elección de si comienza a cepillarse los dientes por la izquierda o por la derecha. Eso, si acaso.

Si usted encuentra todo esto insoportablemente deprimente, pase directamente a la sección “Soluciones” más abajo. Quizás, usted comience a sentirse algo mejor.

Pero, ¿cómo reconocer los “Tres Pasos”?

 
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