Redaccion | Mayo 18, 2015
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Un laboratorio de los Estados Unidos iniciará este mes de junio la primera comprobación clínica de una píldora que podría retardar los efectos de la edad, protegiendo todas las células del cuerpo.
Según publica la prestigiosa revista, New Scientist, la prueba está siendo impulsada por la firma de tecnología biológica, Retrostope. Aunque, según dio a conocer un vocero de la misma, su principal objetivo no está en el estudio de los efectos de la edad, sino en evitar el avance de la penosa “Ataxia de Friedreich”.
Se trata, de una grave enfermedad degenerativa de carácter hereditario, que limita la movilidad de quien la padece, condenándolos a una silla de ruedas en un periodo de entre 10 y 20 años, tras ser detectados los primeros síntomas.
El enlace, entre dicho padecimiento y el proceso de envejecimiento, está en que ambos utilizan el mecanismo de “ataque” a las células, ocasionado por unas moléculas conocidas como “radicales de oxígeno”, un producto del proceso del metabolismo de las células.
Estos radicales, contienen electrones desapareados que buscan conseguir otros con los que aparearse, por lo que los arrancan a otras moléculas, creando así una reacción en cadena que afecta a los ácidos grasos que forman las membranas celulares.
La idea del director de Retrostope, Mikhail Shchepinov, es fortalecer los ácidos grasos, mediante la sustitución del hidrógeno que poseen, por un isótopo bastante más poderoso, el deuterio.
Con este objetivo, el equipo perfiló un sistema que suple las grasas que los humanos consumen cada día, con una versión modificada, bastante más poderosa, contenida en una píldora y similar a una de aceite de pescado.
Los 18 voluntarios que formarán parte del estudio consumirán al día, inicialmente, dos tabletas de 1 gramo cada una. Tras una pausa, se aumentará la dosis a cinco tabletas, dos veces por día. Todo, acompañado de una dieta especial que elimina los ácidos grasos poliinsaturados.
El objetivo de la prueba es ver qué efectos tiene el uso de ácidos grasos más poderosos en el cuerpo humano. Al menos, en las pruebas hechas en levadura, los resultados han sido bastante prometedores, con los reemplazantes siendo 150 veces más resistentes que los ácidos grasos normales.
Si los resultados son positivos, se cree que el mismo mecanismo podría retrasar los efectos de la edad y extender la vida del ser humano.
“Si puedes corregir el daño causado por la oxidación la vida se extenderá, a consecuencia del mismo mecanismo”, indicó Shchepinov.
Para estudiar el potencial del tratamiento, se realizará otro estudio de unos tres años de duración, esta vez en ratones, donde se podrán controlar y analizar de una manera más eficaz los factores del envejecimiento.