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NOTICIAS | UFOLOGIA
Según Collier, la interacción entre los seres de Andrómeda y los humanos de la Tierra, tuvo inicio hacia el año 1980
Según Collier, la interacción entre los seres de Andrómeda y los humanos de la Tierra, tuvo inicio hacia el año 1980

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Alex Collier es una de esas personas “especiales” que, supuestamente, han logrado mantener contacto con seres alienígenas. Y, en su caso particular, con individuos que procederían de la lejana Constelación de Andrómeda, en nuestra galaxia.

En una entrevista, llevada a cabo por el ufólogo, Rick Keefe, en octubre de 1994, Collier habló sobre el conflicto que existe entre nuestra humanidad, la Alianza Intergaláctica y algunos seres interdimensionales de la raza de los Reptilianos, de Orión y Marte.

“Los seres de Andrómeda, son sólo una de las razas extraterrestres que existen. Son humanos, tienen la piel blanca, aunque en ciertas ocasiones, pueden llegar a tener un ligero tono azulado, y miden entre 4 u 8 pies de altura”. Así, describe Alex Collier a los seres que le contactaron.

“La raza humana, en su totalidad, se originó en la Constelación de Lira. Y, debido a una guerra gigantesca, una de sus estrellas estalló por los aires, causando que la especie empezara a diseminarse por diferentes lugares de la Galaxia, a fin de preservar la misma”, continua el contactado.

Según explica, los diferentes tonos de piel, tendrían que ver más con los distintos tipos de ADN presentes en sus genética y por su exposición al influjo de estrellas diferentes. Collier afirma que ya no hay vida humana en Lira y que los andromedanos serían parte de una civilización muy antigua, que se refugió en esa galaxia.

“Los nativos de esta constelación, sin importar el lugar donde viven, tienen un Gobierno “único”. Espiritualmente, su civilización estaría unos 4.700 años más avanzada que la nuestra, y unos 5.000 años, a nivel tecnológico. Pero, a diferencia nuestra, ellos han sabido conciliar un equilibrio perfecto entre  tecnología y espiritualidad. De hecho, utilizan la tecnología para evolucionar espiritualmente”, afirma Collier.

Según el contactado, existirían 28 tipos de razas extraterrestres, no todas son humanas, muchas son razas dimensionales, de plasma orgánica, que ya estaban allí mucho antes de que la tipología humana de los Lirianos llegara a la constelación de  Andrómeda.

“Hay mucha vida en otros niveles dimensionales. En la cuarta dimensión, por ejemplo, existe una mente grupal, ya que todos son telepáticos y todos pueden leer las mentes de los demás, lo que conlleva a que debemos ser auténticos, transparentes, y no puedes tener segundas intenciones ya que todo el mundo podría verlas. Todo se juzga en función de energía, no en función de palabras”, asegura.

En cuanto a su sistema económico, social y educativo, según explica Collier, a todo individuo le es dado todo lo que necesita para evolucionar. Existen muchas razas distintas, y cada una tiene su propia idiosincrasia de acuerdo con su sistema de creencias.

Culturalmente, en Andrómeda los niños nacen a través de un parto físico, van al colegio entre 120 años y 150 años. “Se les enseñan todas las artes y ciencias, y todos adquieren niveles de doctorado, en todas ellas. Es en este punto, cuando eligen lo que quieren hacer con su vida, y pueden cambiar sus mentes en cualquier momento”, explica.

“El propósito máximo es la evolución del Alma y la Vida. Se les da todo lo que es necesario para que puedan hacer eso. No existen ni el crimen ni la violencia. Todo su enfoque está en la educación y no en la distracción. Si algo no es educativo, no están interesados. Es intrínseco en su propia raza el usar todo para aprender y evolucionar”. Según explica Collier, a lo largo de la entrevista, no se es consciente de que exista la necesidad de pagar nada, no existe el dinero.

“Tampoco existe el concepto del día y la noche, por lo que no duermen mucho. Ellos tratan de evolucionar y experimentar más y más cada vez. Son seres alegres, que no tienen los extremos emocionales que nosotros expresamos. De hecho, parece ser que sólo unas pocas razas en nuestra Galaxia pueden expresar emociones de la forma en que nosotros las expresamos”, conjetura de forma rotunda. “Los seres de Andrómeda siempre están en un estado emocional muy sereno, aceptan las cosas tal como son, con la excepción de cuando su sistema de vida o esencia se ve amenazado, o el de otros seres mucho menos evolucionados”.

Estos seres, estarían sometidos a un proceso constante de evolución, con el fin de alcanzar su mejor “yo”, para llegar a ser “uno” con “todo” lo existente. “Hay 11 dimensiones conocidas, y en cada dimensión cambian su forma física. Su meta es moverse hacia diferentes dimensiones, más evolucionadas. Al parecer, se está creando la 12ª dimensión en nuestro Universo para ser experimentada por estos seres y seguir evolucionando, y nadie realmente conoce cuál es el objetivo último de su camino espiritual”, expone el contactado, visiblemente emocionado.

“Saben que existe un Dios, pero no saben lo que es y siguen buscando la respuesta, como nosotros. Es la fuerza que está allí. Nosotros percibimos lo que es Dios en función de nuestro sistema de creencias y cómo nos percibimos a nosotros mismos. Esa es la manera cómo utilizamos la energía para crear”. Los seres de Andrómeda estarían en contacto con los seres de la 9ª, 10ª y 11ª dimensión, y según le han explicado a Collier, estos seres son conciencia pura. “Pero no saben cómo son. Lo único, que son de luz”, agrega.

Las habilidades de los Andrómedanos estarían latentes en todo ser humano de la Tierra. “Ellos, no han vivido en una sociedad tan manipulada como la nuestra. Son todos seres telepáticos, clarividentes y sanadores, porque todos han estudiado todas y cada una de las ciencias que existen”, explica.

“Todas las “almas” saben quiénes son. Todos saben sobre sus vidas pasadas, y cada vez que reencarnan saben quiénes eran, son conscientes de ello y saben hacia donde van. Pueden ver su propia evolución vida tras vida. Nosotros, de no haber sido manipulados durante un muy largo periodo de tiempo, podríamos tener las mismas habilidades que ellos”, afirma.

“Hemos sido manipulados a lo largo de los últimos 5.700 años de forma muy intensa, durante cada día. No obstante, la manipulación empezó hace 14.000 años cuando seres procedentes de Orión empezaron a operar con nuestra estructura genética”. Según Collier, “estamos por detrás de los seres de Andrómeda debido a estas manipulaciones. Y, a pesar de ello, todos somos “espíritu”. Esa es la base, el punto de partida”.

“Nuestro cuerpo contiene un “alma”, que es parte de todo lo que existe, y el alma trata de ser reconocida dentro de nosotros mismos. Lo que ocurre es que nuestros sistemas de creencias y nuestro cuerpo dificultan tal reconocimiento. Y, además, las verdad ha sido ocultada por las religiones, y nos han convencido de que somos materia, formas animales, y en verdad no lo somos”, prosigue.

Según explica, la interacción entre los seres de Andrómeda con los seres humanos de la Tierra, se habría iniciado hacia el año 1980. El principio de esa interacción tuvo lugar debido a una petición de los Pleyadianos, quienes llevan interactuando con la humanidad desde hace ya muchos miles de años.

“En la actualidad, los andromedanos están colaborando activamente con los Pleyadianos y otros seres procedentes de Sirio. Parece ser, que se ha estado discutiendo sobre la situación que se ha venido viviendo en la Tierra, a lo largo de mucho tiempo. Su atención por lo que está ocurriendo en nuestro planeta, empezó justo cuando nuestra humanidad detonó sus primeras armas nucleares”, afirma.

“Las armas nucleares se han utilizado a lo largo de toda la historia de la Tierra. Durante cientos de miles de años, porque han habido muchas guerras en este planeta. Predominantemente entre humanos”, asegura.

Los Pleyadianos, acordaron venir al planeta Tierra e intentar ayudar a elevar la conciencia de sus pobladores. Pero, lo que ocurrió cuando llegaron fue que, aparentemente, vieron reflejado su propio pasado, lleno de grandes conflictos y guerras civiles. Así que no pudieron llevar adelante sus propósitos.

“Cuando llegaron a nuestro planeta, acababan de entrar en las dimensiones cuarta y quinta de conciencia, y no querían volver a reactivar las penosas memorias sobre sus guerra”, explica.

Por otra parte, en la Tierra estarían interactuando una serie de razas extraterrestres, todas ellas con una agenda muy distinta y no siempre con buenas intenciones. “Esta situación tiene que terminar, todas las segundas intenciones, la manipulación, el lavado de mentes sobre lo qué somos y la verdadera realidad sobre los absurdos sistemas de creencias en los que vive la humanidad en la actualidad. Todas estas razas extraterrestres deben marcharse, y dejar a los humanos evolucionar por si mismos”.

Pero, no sólo deberían marcharse los seres malevolentes, sino también los más benevolentes. Todos, absolutamente, deberían dejarnos y permitir que evolucionemos por nosotros mismos. “Esto, precisamente, es lo que los seres de Andrómeda pretenden. Desafortunadamente, no va a ocurrir de momento, al menos no hasta que ciertos cambios tengan lugar”.

Ésta, sería la única manera de crecer como seres y como especie. Debemos asumir nuestra responsabilidad. Collier recomienda leer el libro “The Gods of Eden”, por William Bramley. Es un libro excelente, introductorio, en el que se explica lo qué está ocurriendo actualmente. Según Collier, el 80% de lo que dice es correcto, y recomienda encarecidamente que la gente lo lea, es un libro excelente.

Rick Keefe le pregunta a Alex Collier sobre cuántos humanos podrían estar en contacto con los seres de Andrómeda y el Concilio en esos momentos (1994).

Según contesta Collier, hay cuatro, un contactado en Estados Unidos, otro en Sudamérica, otro en Asia y otro en Europa. Aparte de estos cuatro, no se conoce a nadie más. Explica que hay otras maneras de estar en contacto con ellos, y hay otros grupos que están en contacto de una forma telepática, mediumnística. Hay mucha información que está siendo enviada hasta aquí con el fin último de ayudarnos.

Rick Keefe, para finalizar, le pregunta si esta información está siendo útil, y Collier explica que no tanto como podría esperarse. Simplemente, por el gran nivel de apatía de la gente.

“La mayoría de la gente está únicamente centrada en sus cosas y les importa muy poco lo que pasa más allá de sus círculos de influencia; tienen que pagar su hipoteca, llevar a los hijos al colegio, trabajan de 9 a 5 y el resto... no importa. Pero esta manera de hacer las cosas no va a funcionar. Debemos despertar”.

ACTUALIZADO EL 07 DE FEBRERO DE 2016
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