RedacciOn | Enero 01, 2015
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Cada región del cuerpo, desde los dedos hasta la mandíbula y la lengua, tiene un área de proceso particular en el centro emocional del cerebro, la corteza somatosensorial.
Estas áreas son flexibles y pueden cambiar. En el caso de los violinistas, por ejemplo, los dedos que guían el instrumento son mucho mayores que los de las demás personas.
El uso de las pantallas táctiles de los smartphones cambia la forma en que los pulgares y el cerebro trabajan en conjunto, produciéndose una mayor actividad cerebral, de acuerdo a un estudio realizado recientemente.
La investigación, hecha publica en la revista Current Biology, afirma que las pantallas “touch” presentes en estos teléfonos inteligentes, han hecho que las personas desarrollen habilidades nuevas con los dedos, y en especial con los pulgares, que son los más empleados.
Arko Ghosh, miembro del Instituto de Neuroinformática de la Universidad de Zurich y la ETH de Zurich, observó que la obsesión por el uso de esos dispositivos le ofrecía una magnifica oportunidad de analizar la plasticidad diaria del cerebro y entender cómo la vida cotidiana lo moldea.
Los dispositivos digitales ofrecen una fértil fuente de datos para estudiar este comportamiento. “Los teléfonos inteligentes, ofrecen la oportunidad de entender cómo las costumbres de la vida diaria, moldean el cerebro de la gente común”, explica Ghosh.
“La tecnología digital que usamos en nuestro día a día, moldea el proceso sensorial de nuestros cerebros, de forma sorprendente”, comenta.
Trabajar en equipo, con colegas de la Universidad de Friburgo, permitió estudiar la activación en la corteza sensorio motora que se produce por el movimiento de los dedos.
Los científicos, utilizaron técnicas de electroencefalografía para medir la actividad cerebral cortical en 37 personas diestras, de los cuales 26 fueron usuarios de Smartphones, con pantalla táctil, y 11 usuarios de teléfonos celulares antiguos.
Gracias a este análisis, lograron registrar la respuesta cerebral cuando los usuarios de teléfonos móviles tocaban la pantalla con los dedos pulgar, índice y medio, para poder luego compararla con la de personas que siguen usando los viejos móviles de teclados tradicionales.
Los resultados revelaron que la representación cortical, en los usuarios habituales de teléfonos inteligentes con pantalla táctil, difería en comparación con las personas con teléfonos celulares convencionales.
La actividad eléctrica en el cerebro de los usuarios de smartphones aumentaba al tocar el mismo con las puntas de esos tres dedos. Además, la cantidad de actividad de la corteza cerebral asociada al pulgar y al índice era directamente proporcional a la cantidad de tiempo que se usaba el dispositivo.
Ghosh también fue capaz de demostrar que cuanto más se utilizaba el Smartphone, mayor era la influencia en el cerebro. Esta correlación fue más fuerte, es decir, proporcional, en la zona que asociada con el pulgar.
“A primera vista, este descubrimiento parece comparable a lo que sucede en el caso de los violinistas”, explica Ghosh.
Sin embargo, los investigadores han marcado dos distinciones claras: En primer lugar, que el tiempo que los usuarios de teléfonos inteligentes han poseído y utilizado uno de estos dispositivos, no juega un papel importante. En el caso de los violinistas, sin embargo, la actividad en el cerebro depende de la edad a la que comenzaron a tocar el instrumento.
Y, en segundo lugar, que hay una conexión lineal entre la activación del cerebro y el uso reciente de un teléfono inteligente. Algo, de lo que no se tiene evidencia que suceda en el caso de los violinistas.
El autor del estudio concluyó diciendo que: “La tecnología digital que utilizamos a diario moldea el procesamiento sensorial en el cerebro, y a una escala que realmente nos dejó sorprendidos”.