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NOTICIAS | VIDA
El reto actual es hallar un metodo que active las células madre de la piel para que crezca nuevo pelo sin hacer trasplantes
El reto, es hallar un metodo que active las células madre de la piel para que crezca nuevo pelo sin hacer trasplantes

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Creedlo, la búsqueda de un fármaco “crecepelo”, no estaba, en absoluto, en los planes del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas español, CNIO, de Madrid.

Pero, un hallazgo casual, en uno de sus experimentos, hace cinco años, les ha permitido encontrar una conexión bastante inesperada entre el sistema natural de defensas del organismo y los procesos de regeneración de la piel y el cabello.

Esta “conexión”, cuyas claves fueron publicadas en el acceso abierto de la publicación “PLOS Biology”, abre una nueva vía para el tratamiento, no sólo de personas que sufren de alopecia, sino además, para personas que han tenido quemaduras y pacientes con cáncer.

Pero, el descubrimiento, podría tener unas implicaciones importantes en la creación de novedosos tratamientos contra la calvicie en los humanos, ya que los investigadores han podido identificar las señales emitidas por las células de la piel que hacen que se active el proceso del crecimiento del cabello.

Estudios previos, habrían identificado que ciertas señales de la piel ayudan a generar nuevas fases rápidas de crecimiento del cabello. Sin embargo, cómo los diferentes tipos de células que se hallan presentes en la piel se comunican entre si a fin de activar el crecimiento del cabello, los biólogos han tenido que terminar uniendo un gigantesco rompecabezas.

Y, en ese proceso de unir todas las partes de ese enigma, el equipo de investigadores del CNIO, descubrió una conexión bastante inesperada, el vínculo existente entre el sistema de defensa del organismo y el proceso de regeneración de la piel. Igualmente, descubrieron que un tipo de células del sistema inmune, conocidas como “macrófagos”, están involucradas de forma directa en el proceso.

Los libros de Biología indican que estas son células del sistema inmune que se encargan de devorar los agentes patógenos invasores, para mantenernos sanos, dentro de un proceso llamado fagocitosis. Lo que no se sabía hasta ahora es que los macrófagos tuvieran además la llave para activar el crecimiento de las células madre de la piel, que permiten que el pelo vuelva a crecer cuando se cae o que originan uno de los cánceres de piel más comunes cuando se produce algún fallo.

El descubrimiento, de que los macrófagos activan las células madre de la piel, podría influir directamente en el desarrollo de nuevas tecnologías, con aplicaciones potenciales en la regeneración de tejidos, el envejecimiento y el cáncer.

Hemos descubierto que los macrófagos, un tipo de células cuya función principal es tradicionalmente atribuida a combatir las infecciones y la reparación de heridas, también están involucrados en la activación de las células madre de los folículos pilosos de la piel no inflamada”, dijo Mirna Pérez-Moreno, miembro del Grupo de Biología Celular Epitelial del Programa Fundación BBVA-CNIO de Biología Celular del Cáncer.

Los resultados surgieron de una observación hecha cuando el equipo de investigación, formado por Mirna Pérez-Moreno y Donatello Castellana, se hallaban investigando otros tipos de problemas, con un grupo de ratones a los que habían suministrado un tratamiento con antiinflamatorios. La sorpresa del experimento fue el comprobar como a esos ratones les empezó a crecer el pelo.

La inflamación es una respuesta de defensa del organismo, de manera que ese efecto secundario llevó a Pérez Moreno a pensar que la explicación debía estar en el sistema inmune. A partir de ese momento, experimentó con los distintos tipos de células que participan en la defensa del organismo hasta atar los cabos necesarios para encontrar ese nuevo rol de los macrófagos: el crecimiento del cabello.

Sorprendidos, pudieron observar que cuando las células de la piel se hallan latentes, una parte de los macrófagos muere, debido a un proceso normal llamado apoptosis. Es entonces cuando se produce una señal que empuja al folículo piloso a entrar en la siguiente etapa del ciclo y el pelo vuelve a crecer. “De alguna manera, su muerte estimula a los que quedan vivos para que secreten factores y activen el crecimiento del pelo”, explica Pérez-Moreno.

Aunque el estudio se llevó a cabo en ratones de laboratorio, los investigadores creen que su descubrimiento podría facilitar el desarrollo de nuevas estrategias de tratamiento para el crecimiento del cabello en los seres humanos.

Los macrófagos secretan un gran número de factores, que incluyen una clase de moléculas de señalización llamada “Wnts”. Es importante destacar que, cuando los investigadores trataron los macrófagos con un fármaco inhibidor de Wnt, la activación del crecimiento del pelo se retrasó, demostrando así el papel decisivo de las Wnt, a partir de macrófagos, en el desarrollo del crecimiento del pelo.

En el laboratorio del CNIO, se ha conseguido reproducir artificialmente este proceso natural, utilizando una especie de fármaco para modular a voluntad el crecimiento del pelo. Ahora, en colaboración con las universidades de Manchester y Münster, están trabajando con tejidos humanos. Piensan, que en el plazo de unos cinco años, podrían intentarse los primeros ensayos con voluntarios.

Los investigadores utilizaron pequeñas gotas, o liposomas, para contener el fármaco obtenido en el estudio. “El futuro uso de estos liposomas, como una manera de administrar el fármaco a un grupo de células específicas, es prometedor. Y, además, podría tener implicaciones adicionales en el estudio y tratamiento de diversas patologías”, agregó Castellana.

En la carrera para conseguir un tratamiento capaz de repoblar las cabezas más despejadas hay varias líneas abiertas. Uno de los mayores logros ha sido cultivar los cabellos para multiplicarlos y hacer trasplantes capilares. Así no es necesario contar con una buena fuente donante de cabello. El reto actual pasa por contar con un tratamiento que consiga activar las células madre de la piel para que crezca nuevo pelo sin tener que hacer trasplantes.

La clave, estará en conseguir que el cabello nazca en una zona específica del cuerpo, como la cabeza, y no generar un crecimiento generalizado del pelo en todo el cuerpo.

Recientemente, la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, demostró que un fármaco bien conocido, utilizado para el tratamiento de desórdenes sanguíneos, era capaz de repoblar una cabeza prácticamente calva en menos de cinco meses, aunque solo funcionaba en los casos de una alopecia menos común, la areata. Un tipo de calvicie en la que el pelo no se pierde de forma generalizada, sino en forma de parches. Tanto en la cabeza como en otras zonas del cuerpo.

El CNIO y otros grupos de investigación también investigan la relación del desajuste de los macrófagos y su participación en el desarrollo de tumores, más allá de los de la piel. “Por ejemplo, investigadores australianos están trabajando en su relación con el cáncer de mama”, recuerda Pérez-Moreno.

Actualizado el 06 de diciembre de 2015
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