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NOTICIAS | FARANDULA
Los Knowles-Carters, al igual que la mayoría de la gente de raza negra, han sido criticados fuertemente
Los Knowles-Carters, al igual que la mayoría de la gente de raza negra, han sido criticados fuertemente

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Es algo indiscutible que Beyoncé ha convertido al feminismo en toda una corriente vital de su carrera. Desde el audaz testimonio en su sorprendente disco homónimo, a su discurso en el 2014 VMAs, “Queen Bey”, el “icono” feminista, inició su particular cruzada para atragantar la machista garganta del mundo con su audaz, sexy y muy personal visión del feminismo.

Pero, al igual que la mayoría de las mujeres que son lo suficientemente valientes como para poder asumir una postura impopular, los críticos, no han hecho otra cosa que intentar destruirla desde el mismo momento en que se posicionó como militante feminista. Y, el candidato a la Presidencia por el Partido Republicano para el próximo año 2016, Mike Huckabee, es uno de esos críticos.

Tras criticarla duramente en su nuevo libro de memorias, que saldrá a la venta el próximo día 20 de enero, la interpretación de la cantante en la gala de los Grammy 2014 del tema “Drunk in Love”, acompañada de su esposo, Jay Z, Huckabee ha hecho un nuevo ataque contra la poderosa pareja, con una gigantesca carga de elementos sexistas y racistas.

“¿Por qué?”, se pregunta no sin cierto sarcasmo el político. “Beyoncé es una mujer increíblemente talentosa. Bien dotada, de hecho”, dice Huckabee de la intérprete. “Ella, tiene un aparato vocal excepcional y realmente sabe cantar. Es una bailarina excelente, y no abusa de movimientos explícitos, que se reserva para la privacidad de su habitación. Jay Z es un hombre de negocios por demás astuto. Pero, yo me pregunto: ¿Se dará cuenta que posiblemente esté cruzando la línea que separa al marido del proxeneta al explotar como un objeto sexual a su guapa mujer?”

Huckabee, no dio por sentado que Beyoncé no sea una feminista en su vida real. Aunque, anteriormente, ha realizado algún que otro comentario sobre la supuesta falta de “control” que la interprete tendría sobre su propia imagen. Pero, su comentario, se perdió en medio de una daltónica retórica feminista.

No es ningún secreto que, el propio Partido Republicano, está a menudo inmiscuido tras las actitudes racistas y homófonas de su díscolo miembro. Algo, que afectó muy negativamente el favor de los votantes. Los nuevos comentarios del político republicano, no ayudan para nada a mejorar la imagen de su partido.

Los mismos, carecían de todo tipo de consideración hacia unos contextos, tanto culturales como históricos, que diferencian muy positivamente todas las manifestaciones artísticas que son cultivadas por mujeres de raza negra. Los Knowles-Carters, al igual que la mayoría de la gente negra, han sido criticados fuertemente. Sin tener en cuenta, el reconocimiento necesario por la interseccionalidad de género y raza que debería dárseles.

Referirse a Beyoncé como “talentosa” y “dotada”, se alinea con un sentimiento que niega todo el esfuerzo y el duro trabajo que la gente negra pone en lo que realiza, en su arte, considerándolo tan sólo como algo en lo que se es bueno meramente por dotes naturales. Huckabee, con este lenguaje, minimizó el tiempo, la energía y todo el inmenso esfuerzo que Beyoncé ha empleado en el perfeccionamiento de su carrera.

También hay un evidente malentendido sobre la importancia del matrimonio dentro de la comunidad negra. La gente de raza negra, no siempre ha estado autorizada para casarse con alguien en los mismos términos que la población blanca. Incluso, simplemente para casarse. Además, las mujeres negras no han sido económicamente sumisas ni han tenido que estar atadas a sus maridos negros. Ya que, a diferencia de las mujeres blancas, siempre han trabajado fuera del hogar.

Y, Beyoncé, es capaz de hacer alarde de su matrimonio utilizando para ello su carrera, no porque ella no tenga otra opción, sino porque ella realmente disfruta al hacerlo. Es algo bastante revolucionario. Todo un ejemplo de libre elección. La libre elección de la cantante para mostrarse a sí misma como un ser sensual, que ama bailar “twerking”, vistiendo prendas ligeras, y de dar y recibir placer a su hombre, sin que esto haga de ella una prostituta, el termino que Huckabee insinuó subrepticiamente.

Denunciar a las mujeres por su sensualidad es algo sumamente sucio y machista. Y, que lamentablemente, encaja perfectamente dentro de la retórica pro-masculina de nuestra sociedad. Y más específicamente, el criticar y condenar a las mujeres de raza negra por su sexualidad, es algo así como una mezcla entre racismo y homofobia, una ideología que está fuertemente asociada con la agenda del Partido Republicano, y que han promovido durante siglos.

Históricamente, las mujeres de esta raza han sido retratadas como una especie de seres eróticos por naturaleza, de Jezabeles promiscuas; debido, en parte, a sus voluptuosas formas. Las mujeres blancas, en cambio, suelen ser respetadas como unos pilares de la modestia, la autoestima y el autocontrol. Por tanto, tiene sentido qué Madonna, Lady Gaga y Miley Cyrus sean consideradas como revolucionarios íconos feministas, aunque posean lo que su madre les heredó; mientras que a Beyoncé, Rihanna y Nicki Minaj se les pide que se justifiquen permanentemente por ser, simplemente, ellas mismas.

La suposición de que la vida de una mujer abiertamente sexy este controlada y manejada por un hombre, es absurda. Las letras y las actuaciones de Beyoncé son simplemente su mejor posesión. Y, abrazan la sexualidad, en una sociedad que tiene una tendencia a convertir a las mujeres negras en unos animales hipersexualizados. Ella, únicamente está haciendo un auto-retrato de si misma.

La forma en que una mujer negra usa su sexualidad, es generalmente observada como algo vulgar. Las mujeres negras siempre han sido vistas como entidades innatamente hipersexuales, que deberían tratar de eliminar la sexualidad en un intento por llegar a convertirse en un ser más puro.

Pero, ¿Beyoncé ha sido impura? Al menos, la cantante nunca ha machacado los genitales de un hombre en el escenario. Nunca ha hecho un fetiche de sí misma, o de cualquier otra persona, en ninguna de sus actuaciones.

Siempre ha mantenido el control del escenario y, claramente, su lugar dentro del mismo. Es muy consciente de la admiración que causa en el auditorio masculino, pero es algo que casi ni utiliza en sus actos, predominantemente dirigidos al público femenino. Y cuando lo hace, es porque ella así lo quiere.

La única mirada masculina que atiende, explícitamente, es la de su marido. Un hombre que, mientras ella actúa, sólo le mira. Nunca le toca. De hecho, Jay hizo el amago de acariciar la parte superior del trasero de Beyoncé durante su actuación en los Grammy, ¡pero ellos están casados! Eso pasa con las relaciones.

En sus actuaciones, por lo general, se pone a su lado y le roza con su trasero, pero él nunca intenta tocarle. Entonces ella sonríe y se pavonea. Jay Z, no la toca, simplemente porque ella no le ha dado el permiso para hacerlo. Si eso, no es ser dueño de su cuerpo, entonces no sabemos lo que es.

Es ridículo suponer que las mujeres no puedan entretener y que, a veces, deseen provocar la mirada masculina. Es indignante asociar de forma inmediata cualquier acto sexual o la propia sexo-positividad con la explotación. Las mujeres de color, históricamente, han tenido diferentes experiencias en lo social, lo político y lo económico, cuando se trata de ser sensuales. Reconozcámoslo, aún no somos capaces de admirar de forma abierta nuestros propios cuerpos.

Mike Huckabee, definitivamente, no sabe de lo que está hablando. Así que, compren su ticket, tomen su asiento y dejan brillar a Beyoncé...

Actualizado el 29 de diciembre de 2015
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