USO DE COOKIES: Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia como usuario. Si continúa navegando, está dando su consentimientoal a la utilización de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. Haga clic en el enlace para una mayor información.

NOTICIAS | CONSPIRACION
Sorpresivamente, los investigadores no tienen idea de que puede tratarse el objeto conocido como 1991 VG
Sorpresivamente, los investigadores no tienen idea de que puede tratarse el objeto conocido como 1991 VG

Oferta Especial

Un misteriosísimo objeto, avistado por primera vez en 1991 por el astrónomo James Scotti, de la Universidad de Arizona, Estados Unidos, pasará muy cerca de la Tierra el próximo año. Pero, sorpresivamente, los investigadores no tienen idea de que puede tratarse.

El objeto, conocido como 1991 VG, se considera un cuerpo “anómalo” debido a su extraña rotación y la longevidad del mismo. Entre las teorías propuestas acerca de su naturaleza, hay quienes sugieren que podría ser, de hecho, una sección del cohete Apolo 12.

Pero, como afirma el propio Scotti: “Los tiempos simplemente no cuadran”.

“Estudiamos todas las posibilidades de que pueda ser un objeto hecho por el hombre”, declaró en su día el científico ante los medios de comunicación. Y agregaba: “Algunas naves espaciales y ciertos cuerpos de cohetes que vagan por el espacio, podrían ser candidatos ideales para explicar la naturaleza del 1991 VG”.

“Pero, al examinar a fondo cada uno de estos objetos, hemos tenido que ir descartando a todos y cada uno de ellos”, afirmó.

Y, hay quienes creen que el siniestro objeto podría ser parte de un cohete secreto que los soviéticos enviaron al espacio en el pasado. Un cohete, cuyo origen y finalidad, han sido todo un misterio hasta hoy.

“Sus cohetes eran tan poderosos como los cohetes de los norteamericanos y, además, eran muy aficionados a cubrir las cosas cuando iban mal”, señalaba un usuario de Reddit.

“De hecho, los científicos y militares soviéticos estaban tratando de llegar a la Luna al mismo tiempo que lo hacían los americanos”, añadía.

“Es muy posible que el origen de este objeto esté en una olvidada misión soviética”, conjeturó.

También podría tratarse de basura espacial o, incluso, de un pequeño meteorito. Tan es así, que hay quienes se han atrevido a decir que bien podría tratarse de una “sonda alienígena”.

Cuando el objeto fue visto por primera vez hace más de dos décadas, se dedujo que su diámetro era de unos 10 metros de ancho y que había pasado rozando la Tierra a una distancia de unas 290.000 millas. Es decir, poco más de 50 millas más allá de la distancia entre la Tierra y la Luna.

Pero, lo más misterioso acerca del 1991 VG estaba aún por conocerse. El mismo, mostraba una rápida tasa de rotación y se supo que su brillo fluctuaba extrañamente con el paso del tiempo. Un comportamiento que, hasta ese momento, jamás había sido visto en ningún asteroide de características similares.

Sin embargo, lo más curioso de todo, fue que los astrónomos pudieron comprobar que el objeto mantenía una órbita extrañamente similar a la de nuestro planeta.

Un astrónomo de la Universidad de Adelaida, en Australia, de nombre Duncan Steel, llegó a asegurar ante los medios que el 1991 VG podría tratarse en realidad de un “vehículo sonda de origen extraterrestre, orbitando las proximidades de nuestro planeta”. Sin embargo, tiempo más tarde, Steel se desdecía y declaraba no estar convencido, después de todo, del posible origen extraterrestre de dicho objeto.

Esto, sin embargo, no detuvo las conjeturas de miles de personas alrededor del mundo, que lanzaron infinitas posibilidades sobre la naturaleza del misterioso objeto, que volverá a pasar junto a la Tierra en el verano de 2017, cuando podrá ser observable desde el hemisferio sur de nuestro planeta.

Desde que Scotti descubriera la “presunta sonda extraterrestre”, los astrónomos han aprendido que los asteroides, con un diámetro de menos de cien metros, tienden a tener rotaciones muy rápidas. Por lo que, no podemos descartar la posibilidad, de que sólo estamos mirando otra roca espacial más.

“Una posibilidad sería que se trata de material expulsado tras un impacto lunar. Otra posibilidad es que las fuerzas Yarkovsky, causadas por las emisiones térmicas provenientes de un objeto giratorio, empujen sistemáticamente el objeto durante largos periodos de tiempos. Pero aún, es todo un rompecabezas”, dijo James Scotti en una entrevista reciente.

Pero, si realmente fuera de naturaleza extraterrestre, ¿Podríamos identificarlo? ¿O simplemente entenderlo? ¿Qué pasa si el objeto esta hecho con una tecnología muy avanzada? ¿Podríamos contemplarla como tal?

De acuerdo con dos matemáticos de la Universidad de Edimburgo, en el Reino Unido, es muy posible que existan sondas alienígenas operando dentro de nuestro sistema solar.

Duncan Forgan y Arwen Nicholson sugieren que no podemos descartar la posibilidad de que haya naves extraterrestres que visitan nuestro sistema solar. Los matemáticos utilizan potentes equipos informáticos para realizar predicciones, que pueden parecer salidas de una novela de ciencia ficción.

Los dos matemáticos analizaron la posibilidad de que las sondas puedan viajar por el espacio en un estudio publicado en la revista científica Journal of Astrobiology. En su trabajo, Duncan Forgan y Arwen Nicholson contemplan la posibilidad de que razas alienígenas muy avanzadas estén aprovechando el campo gravitatorio de las estrellas para acelerar sus naves espaciales, y viajar así “fácilmente” por el espacio.

Curiosamente, esta “técnica” no sería algo exclusivo de seres extraterrestres muy avanzados. De hecho, los humanos estamos utilizando esa misma tecnología en nuestras propias naves espaciales. Las sondas Voyager, por ejemplo, hacen uso de dicho campo gravitacional, para ganar velocidad en sus viajes a través del espacio.

Por cosas como éstas, es que muchos expertos (e incluso gente de a pie como usted y como yo) sospechan que las distintas agencias espaciales nos están ocultando la existencia de vida extraterrestre y se afanan en señalar que dicho objeto puede ser en realidad una nave espacial de origen alienígena o “algo” aún mucho más siniestro.

Pero, antes de que alguien comience a gritar, debemos decirles que muy seguramente se trate de basura espacial, simplemente. Así que, la gran pregunta que queda flotando en el aire, es: “¿Sabremos alguna vez de que se trata realmente?”

This Is A Developing Story
ESPECIALES