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El Plan Andinia es un proyecto que tiene como base las ideas vertidas por Theodor Herzl en su libro “Der Judenstaat”
El Plan Andinia es un proyecto que tiene como base las ideas vertidas por Theodor Herzl en su libro “Der Judenstaat”

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Quizá usted haya tenido oportunidad de leer acerca del “Plan Andinia” y de cómo los judíos proyectan apropiarse de la Patagonia.

Pero, más allá de la posible presencia de soldados judíos en la zona llevando a cabo la cartografía del territorio, tal y como denunció un senador chileno, son pocos los detalles que se conocen acerca de cómo las élites sionistas pretenden llevar a cabo tan ambiciosa empresa: La creación de un segundo “estado judío” en los confines de la Tierra, la Patagonia.

Lo cierto, es que los judíos llevan más de un siglo preparando la colonización de ese territorio. Algo, que para Chile y Argentina representa un hecho de una gravedad extrema, y que no pareciera estar recibiendo la atención que se merece. Además, no está sucediendo de una forma discreta, sino a la vista de todos.

De hecho, algo que sorprende, es la enorme cantidad de libros y sitios web que denuncian lo que se ha convertido en todo un secreto a voces.

La colonización, con las Islas Malvinas como punta de lanza, es imparable. El Plan Andinia ya no es sólo un complot, como muy convenientemente claman los medios y asociaciones controladas por el Establishment judío.

Están fomentando el Independentismo en la Patagonia. Algo bastante parecido a lo que viene ocurriendo en Cataluña, un movimiento independentista con un corte evidentemente masón, apoyado por Israel, y que va ganando prosélitos de mano del sistema educativo y los medios de comunicacón. Es decir, lo está promoviendo el propio Sistema.

O, el caso del País Vasco, en el que tal ideología fue promovida por un jesuita, Sabino Arana, obviamente a la orden del Sumo Pontífice. Su gobierno está plagado de ellos. Y, que esta gente le deba “obediencia” al Papa, no parece importarle al “Gobierno” español.

Pero, el caso de la Patagonia tiene unas particularidades distintas, que hacen que su hipotética colonización sea una tarea bastante difícil de llevar a buen puerto. Nadie puede ocupar con éxito, haciendo que parezca legítimo a ojos de la comunidad internacional, semejante territorio: dos veces el tamaño de España. Y más teniendo en cuenta que incluye regiones contenidas en dos países diferentes.

Los esfuerzos de la comunidad judía organizada, se centrarán en hacer creer al mundo, que se trata de un proceso legítimo, es decir, elegido libremente por los habitantes de la región.

¿Cómo? En primer lugar, estimulando el independentismo en los habitantes del territorio que deseas anexionarte.

Para ello, es muy importante que sus habitantes estén descontentos con el gobierno central. Un juego de niños, si tenemos en cuenta que el Gobierno argentino es un bastión judío y que Chile es una colonia de los Rockefeller.

En 2002, en plena “crisis” argentina, The New York Times, periódico judío con sede en la Gran Manzana, publicaba un artículo en el cual se dictaba cual era la solución a todos los problemas de la nación argentina: “Deshacerse de la Patagonia”.

En el reportaje “Algunos en Argentina ven la secesión como respuesta a la crisis económica”, Larry Rohter, corresponsal del New York Times en Buenos Aires, afirmaba que existen serias pretensiones secesionistas en la Patagonia, provocando airadas reacciones entre políticos y catedráticos argentinos, que negaron la “bellaca” versión y advirtieron que la nota entrañaba oscuras intenciones de Washington.

La Patagonia, una región de casi 790 mil kilómetros cuadrados, ubicada en el extremo austral del continente, está integrada por las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra de Fuego y es vital para esa nación, pues en el se concentran gran parte de sus reservas de agua potable, una importante infraestructura hidroeléctrica y el 80 por ciento del petróleo y el gas natural.

En el reportaje, Rohter afirma que con la profundización de la crítica situación argentina, se ha incrementado el interés de los habitantes de la Patagonia por separarse de dicha República. Advierte que “la autonomía política, la integración regional y hasta la propia secesión, son abiertamente discutidas como posibles soluciones”.

Además, sostiene que la independencia haría de la Patagonia “un país escasamente poblado, ya que menos del 5 por ciento de los 37 millones de argentinos viven allí, pero muy próspero”.

Señala que, tradicionalmente, el resentimiento hacia el gobierno federal es especialmente fuerte en esa región, “que se ve a sí misma como una hijastra descuidada por el resto del país”. Tanto, que hasta los años cincuenta, el mismo fue administrado como un territorio federal, negando a sus residentes el poder elegir a sus propios gobernadores y legisladores.

La Patagonia, con una extensión similar a la de Turquía y mayor que los principales países de Europa y con una población menor que el Municipio de La Matanza es, y ha sido siempre, considerada el “patio trasero” del estado argentino.

“El pueblo patagónico produce, cultiva, desarrolla y, a cambio, no recibe nada. La Patagonia tiene gas, agua y petróleo, productos que son sistemáticamente rapiñados por el resto de las Provincias argentinas. La Patagonia da y da, y no recibe…”, es un comentario que vierten en las redes sociales de forma sistemática los habitantes de la región.

Cabe esperar que los “Gobiernos” de Chile y la Argentina discriminen y maltraten de forma sistemática y planificada a los habitantes de la Patagonia, sembrando de esta manera el descontento en la región. Una vez llegados al paroxismo, cuando la mayoría se declare a favor de la independencia, los judíos a través de sus lobbies de poder permitirán la celebración de un referéndum.

Evidentemente, si la mayoría vota a favor, como tienen previsto, el proceso secesionista tendrá vía libre.

Creada la nueva Nación, el Gobierno provisional, en manos de los judíos claro está, convocará las primeras elecciones de la nueva nación que, “casualmente”, ganará alguno de los adeptos de la “tribu” elegida. Algo parecido a lo ocurrido recientemente en Ucrania.

Entonces, se iniciará el proceso colonizador del basto y rico territorio de la Patagonia, la llegada masiva de judíos a la nación y la discriminación y segregación de los no judíos.

Precedentes independentistas no faltan. Aunque no fue de carácter sionista, cabe recordar el intento por instaurar el Reino de la Araucanía y la Patagonia. También denominado Nueva Francia, fue un breve y fallido intento de Estado instituido en territorio mapuche por el abogado y noble francés, Orélie Antoine de Tounens, con capital en la ciudad de Perquenco.

El autoproclamado monarca reclamó la soberanía sobre el territorio comprendido entre el río Biobío y el Seno de Reloncaví, además de la vertiente occidental de la Patagonia Argentina. Muy a su pesar, no logró el reconocimiento por parte de ningún otro estado soberano y, finalmente, fue sometido por las fuerzas chilenas en 1862 en el marco de la Ocupación de la Araucanía.

El Plan Andinia es un proyecto sionista que busca desmembrar la Patagonia de la Argentina y Chile para crear allí otro Estado judío. Esta teoría, “conspiranoica” según los judíos, tiene como base la mención hecha por Theodor Herzl en su libro “Der Judenstaat”, El Estado Judío, de la posibilidad de comprar tierras en Palestina o en Argentina para la creación de un futuro estado para su pueblo.

El plan de Herzl, fue presentado para su aprobación y financiamiento al Barón Hirsch y a la familia Rotschild en 1895.

“Se nos debe conceder la soberanía sobre una porción de la superficie de la Tierra, adecuada a nuestras necesidades y justas ambiciones de pueblo; de todo lo demás nos proveeremos nosotros mismos”, dictaminaba en su página 36.

Para el establecimiento del mencionado “Estado Judío”, Herzl evaluó dos alternativas:

“Dos países tienen que ser tomados especialmente en cuenta: Palestina y Argentina”, expone en su página 39, llegando inclusive a considerar el “encargarse de una parte de la deuda publica” del estado de cuyo territorio provengan dicha superficie de la Tierra.

Para ayudar a su concreción, fueron creados dos organismos independientes, “The Society of Jews” y la “Jewish Company”, con plena conciencia de que sería una empresa que tardaría muchos años en concretarse, ya que como destaca en su página 37: “La emigración de judíos será un proceso gradual que durará decenios”.

Recientemente, han visto la luz algunos detalles sobre las distintas fases en que este plan sería acometido, gracias a las voces discrepantes que se han elevado dentro de los medios de comunicación chilenos, especialmente el diario El Ciudadano, y en el seno del ayuntamiento de Recocoleta, de cuyo alcalde, Daniel Jadue, principal benefactor de dicho medio, se sabe de buena tinta que es financiado con fondos procedentes de la comunidad judía.

Las mismas, dieron a conocer los siguientes detalles con respecto al Plan Andinia, que se estarían desarrollando actualmente, a la vista de todos, de cara a una futura invasión de las fuerzas israelitas:

1- Posicionamiento de Dispositivos Electromagnéticos de Capacitrón 1

Estos dispositivos se han ido posicionando bajo tierra por toda la Patagonia y, aunque se sospecha que hay miles de ellos, solamente se conoce la ubicación de un centenar de ellos. Periodistas del diario El Ciudadano denunciaron que los dispositivos finalmente han sido activados, y que, en un momento determinado, cada uno lanzará un pulso electromagnético (EMP) que desactivará todos los aparatos electrónicos dentro de un radio de aproximadamente 10 kilómetros a su redonda, dejando así la Patagonia totalmente vulnerable a la conquista por parte de sionistas inescrupulosos, y todo bajo la supuesta protección de la Nueva Mayoría, el oficialismo chileno y de Cristina Kirchner, de quien se dice habría aceptado el trato a cambio de un muy jugoso soborno.

2- Repartición del terreno por parte de Michael Douglas Tompkins

Una vez el ejército sionista se haya apropiado de la Patagonia y haya desplazado a quienes tengan la mala suerte de estar viviendo ahí en ese momento, Tompkins comenzará el proceso de repartición de tierras, tanto las que él ha ido acumulando a lo largo de muchos años, como las conquistadas tras la activación de los Dispositivos Electromagnéticos de Capacitrón 1.

Cada sionista recibirá un pedazo de tierra acorde a su aporte monetario al Plan Andinia, que lleva alrededor de 100 años de planificación.

3- Construcción de un muro de protección y la creación del ejército sionista.

Una vez los sionistas hayan emigrado a “Jerusagonia”, término acuñado por Phillip Von Shlepper, y que es resultante de la mezcla entre “Patagonia” y “Jerusalén”, un inmenso muro de protección, a la vez que de segregación, comenzará a ser construido para el resguardo de sus nuevos habitantes de eventuales ataques.

Igualmente, a fin de repeler agresiones, llevaran a cabo la creación de un nuevo ejército destinado a cuidar los intereses sionistas.

Por lo tanto, no es de extrañar que Israel tenga la “rara” costumbre de enviar a sus militares de “turismo” a la Patagonia. Llegan a miles y, todos, parecen ser unos apasionados de la geografía. Viajan siempre en grupos, cartografiando la zona y no se relacionan en absoluto con los lugareños, manteniendo permanentemente una inmutable actitud de prepotencia y hostilidad hacia los mismos.

El senador chileno, Pedro Muñoz, al comentar el incendio en las Torres del Paine, provocado por un ex militar judío, alertaba al país sobre las pretensiones hostiles que Israel mantiene sobre buena parte de su territorio. Inmediatamente, la comunidad judía respondió calificándole de xenófobo y antisemita, en un intento por censurarle. Una actitud que no hizo más que levantar las sospechas sobre la veracidad de las acusaciones.

Y, aunque los lugareños critican la actitud irresponsable de los ciudadanos israelitas en su viaje de turismo “financiado” por el estado israelita, el presunto implicado como responsable de la catástrofe, un ciudadano israelí de nombre Rotem Singer, asegura que no fue él quien causó el siniestro.

Singer, sólo ha dado declaraciones a un medio de comunicación, la radio del ejército israelí, donde señaló: “Debo hacer énfasis en que no fui yo el responsable de iniciar el fuego”.

“Me echaron la culpa. No pensé que el juicio iba a desarrollarse de la manera que lo hizo. No me explicaron de qué me estaban acusando, tampoco di testimonio”, afirmó a la emisora.

El muchacho de 23 años también expuso que “jamás confesé, las cosas se dieron de mala forma por un problema de traducción. Nunca tuve la intención de admitir mi culpa”.

Llegados a este punto, hay que detenerse a pensar por un momento sobre la gran cantidad de jóvenes turistas israelitas que viajan al sur de Chile y la Argentina, principalmente desde la novena región de la Araucanía a la duodécima de Magallanes.

Resulta bastante común el escuchar noticias sobre jóvenes de esa nacionalidad, tanto hombres como mujeres, que sufren pequeños accidentes, se pierden en las montañas, en un volcán, o que protagonizan hechos más graves, como el incendio ya mencionado.

En hostales y cafeterías de la Carretera Austral, por ejemplo, es frecuente el encontrarse con israelitas que andan turisteando, usualmente en grupos de cinco integrantes, la gran mayoría en bicicletas, con una conducta militarizada bastante reconocible, al igual que sus vestimentas, generalmente de color oliva.

Según informaron fuentes cercanas a los operadores turísticos de la zona, los israelitas suelen acampar en las afueras de las localidades, gastan el mínimo de dinero, comprando sólo lo básico en los almacenes.

Rara vez se les ve entrar a comer en los restaurantes y sólo piden un café para poder usar Internet y los baños, donde incluso han descubierto a algunas de las chicas lavándose velozmente el cabello. Y, si acceden a una clave WiFi, continúan usándola por días y días, obligando a los propietarios a modificar continuamente el sistema.

Pero lo que llama más la atención, sería una supuesta actitud cercana a la prepotencia. No comparten con los lugareños, salvo para conseguir datos puntuales, como la frecuencia de los autobuses o los lugares de interés, ni se interesan por sus costumbres e historia.

Informaciones provenientes de Argentina, señalan que algo parecido ocurre al otro lado de la Cordillera. Sostienen que los jóvenes turistas judíos son habitualmente ex militares a los que el Estado israelí da vacaciones tras cumplir su largo servicio militar, de tres o cuatro años.

Algunos, van más lejos. Hablan de agentes del servicio secreto israelí, el Mossad.

El senador Eugenio Tuma (PPD), explicó que una cosa es el libre tránsito de turistas, pero que otra muy diferente es que el Estado de Israel, o cualquier otro, organice a sus ex reclutas y disponga su traslado a un territorio como terapia frente al estrés propio de los escenarios bélicos.

A juicio del Senador, no es normal que casi 10 mil jóvenes que prestan o han prestado servicios armados en Oriente Medio, recorran el sur de Chile y Argentina, en planes de turismo pagados por su Estado.

Según Tuma, existen incluso antecedentes de oficiales activos del ejército israelí que acompañan o supervisan a estos viajeros, porque el gobierno de ese país sabe que entre ellos se cuentan personas que sufren graves alteraciones conductuales.

Pero la situación se tornaría gravemente preocupante, si lo denunciado por ciertos medios de comunicación llegara siquiera a tener pequeños visos de ser cierta: “Israel envía a Chile a la guerra con Bolivia”

Tropas, misiles Extra y Accular fabricados en Chile por la empresa de armamento chilena Famae, tanques y otros vehículos blindados, se hallarían ya pertrechados en la base de Cariquima, a 15 Km. de la frontera con Bolivia, con la intención de invadir su territorio.

Según su presidenta, Michelle Bachelet, sólo son patrullas. Pero, las evidencias mostrarían que miente, que se dispone a incursionar en Bolivia con la excusa de un manantial de agua, el de Silala, pero cuyo objetivo sería realmente el poder llegar hasta Perú y Ecuador.

¿Desde cuándo un manantial en la frontera se ha convertido en un objetivo tan importante para el gobierno de Bachelet? ¡Es algo que no se lo cree ni ella misma!

La 2ª Brigada Acorazada “Cazadores” del ejército de Chile ha establecido su base de operaciones en la región de Tarapacá, la “Patrulla Cariquima”. Llama la atención que una patrulla fronteriza, entre dos naciones en paz y con supuestas excelentes relaciones diplomáticas, esté fuertemente dotada de vehículos blindados y misiles israelíes

¿Por qué dotar una patrulla fronteriza de una forma tan importante, si no se tiene una intención claramente bélica?”, se preguntan esos medios.

Son muchos los que han denunciado la fagocitación del ejército de Chile por el ejército de Israel. Los israelíes, como siempre, nunca dan la cara y envían a otros a hacer el trabajo sucio que exigen sus intereses. Intereses que obedecen también a los de la Reserva Federal y AIPAC, en manos de judíos norteamericanos.

Bolivia se ha convertido para el Pentágono en un asentamiento militar geoestratégico en Sudamérica, sobre todo tras los acuerdos firmados recientemente entre Perú y Rusia. La importancia de Bolivia es que es un punto de paso estratégico para llegar hasta las fronteras peruanas y, por supuesto, seguir controlando a Chile, Argentina, Paraguay y Uruguay. E, incluso, ir más allá, llegando hasta el Ecuador.

De esta forma, sólo quedarían Venezuela y Nicaragua en el continente americano, como países abiertamente opositores a los Yiddish, el gobierno secreto judío jázaro con base en Nueva York.

Implicar a Chile en una guerra, ayudaría a Israel a depurar los mandos altos e intermedios contrarios a su fagocitación, enviándolos directamente a la primera línea de fuego. Además, Israel estaría deseando probar sus nuevas armas en Bolivia, antes de usarlas en una supuesta incursión en Siria. Como su nuevo drone, el Elbit Systems Hermes 900 Kochav, un vehículo aéreo no tripulado de tamaño medio y múltiples usos, en cuyo uso han sido instruidos oficiales sumisos de las tropas acorazadas chilenas.

También desearían probar el rediseñado misil antibuques Gabriel, que ahora es teledirigido e inteligente, con microchips Intel fabricados en Israel, también conocidos como misiles Skorpion o Hsiung Feng, y cuyo su antecesor fue usado en la guerra del Yom Kipur contra los misiles rusos Styx.

Así como el misil NIMROD, con varias cabezas posibles, pero cuyo interés estaría centrado en la bomba termobárica, también conocida como “explosivo aire-combustible”, para ser luego ensayada en Venezuela, provocando un apagón electromagnético que permita la invasión de su territorio por parte de las tropas comandadas por el jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, el almirante Kurt W. Tidd.

Pretenden hacer de Bolivia un campo de pruebas de las nuevas armas israelitas, a fin de probarlas primero con un enemigo entero y no desgastado, y así medir el efecto de las mismas y la eficacia de su nueva tecnología armamentista.

Recientemente, Bolivia recibió helicópteros de transporte y ataque rusos Mi 8/17, y en el 2014 habría recibido un material bélico desconocido procedente de esa misma nación. Además, Bolivia también ha comprado misiles tierra-aire, anti F-16, y misiles GLA-S (SA-24) y dispone de su propia fábrica de aviones K8 Karakorum.

Otro dato que suscita suspicacias, fue la entrega que hizo Marcelo Antezana, en aquel entonces Comandante del Ejército de Bolivia, de 36 misiles chinos a los Estados Unidos en el 2008. Un material que jamás salió de la zona y que es probablemente sea utilizado por la fuerza Acorazada chilena contra Bolivia.

Y, ya rizando el rizo de lo conspiranoico, hay quienes sostienen que el terremoto de Cochabamba, en Bolivia, habría sido supuestamente provocado a través del programa Haarp norteamericano y que, el mismo, habría constituido una especie de declaración de intenciones por parte de las huestes al servicio del sionismo.

A la Patagonia argentina se uniría una buena parte del sur de la Patagonia chilena. Algo para lo cual, de hecho, ya está de hecho colaborando el ejército de esa nación.

Buscan establecer una base militar subterránea en lo que vendría a ser el complejo militar más sofisticado, después de la famosísima Área 51. Para ello, utilizarían unas instalaciones ya existentes, la base Rockefeller, que junto a la que ya poseen en el Antártico constituirían las infraestructuras militares más importantes del sur del planeta.

Desde dicha base submarina, controlarían todo el trafico marino que atravesara el Cabo de Hornos, desde el Pacífico hasta el Atlántico, pudiendo destruir los submarinos y embarcaciones enemigas que osaran pasar por la región.

La base Rockefeller de la Patagonia y la Región de los Lagos del sur de Chile y Argentina, es mucho más que un simple apostadero naval. La misma, al parecer, está conformada por una extensa red de túneles e instalaciones subterráneas, que servirían para construir una de las bases militares profundas (DUMB por sus siglas en ingles) más importantes del planeta.

El agua de esta región es la más pura a nivel mundial, también la más deliciosa, es rica en oligoelementos terciarios y aún ajena a la contaminación del hombre, que sólo ha llegado allí en forma de pocas familias y alguna que otra unidad militar, más recientemente.

Los militares y científicos de Israel han estado haciendo sus mediciones y estudios técnicos en la zona, dando luz verde a los planes para seguir adelante con el asentamiento de un nuevo Israel.

La construcción de gigantescas bases DUMB sería algo primordial para el desarrollo de la vida subterránea, en una zona donde las bajas temperaturas e inclementes vientos pueden llegar a ser verdaderamente hostiles durante el invierno antártico.

Dentro de los mismos, los cultivos criogénicos serian vitales para la sostenibilidad de la vida subterránea, sin depender del exterior y las adversas condiciones climatológicas que sufre la región la mayor parte del año.

Por otra parte, los DUMB funcionarían como refugio antiatómico y contra las catástrofes de tipo natural, contando con sofisticados sistemas de bombeo de agua y aire, tanto para su extracción como para su alimentación.

La compra de tales territorios daría carta blanca a la creación de una nueva nación dentro de otros dos países, Chile y Argentina. Y que, además de contar con un ejército propio, también contaría con la colaboración de los ejércitos de dichos estados.

A nivel geoestratégico, Argentina ha firmado acuerdos comerciales con China y, la comunidad judía, a su vez presionará al imperio británico para que finalmente acceda a retirarse de las Islas Malvinas o consienta la repartición de los recursos de la zona con China y Argentina.

La población de los países a los que se les ha usurpado el territorio de esta manera, jamás han sido informados de esta situación y, únicamente algunos servicios secretos, conocen muy por encima tales planes. Pues, los ejércitos implicados, se encargan de mantener el secretismo y la discreción en el desarrollo del proyecto.

En el supuesto escenario de una posible contienda termonuclear, promovida y dirigida por los propios intereses sionistas, Israel espera poder continuar su recorrido como nación en solitario, utilizando para ello una serie de DUMBS, construidos en África y Estados Unidos, en los cuales podría resguardar a sus nacionales hasta que las condiciones para salir nuevamente a la superficie estén dadas.

La tan especulada posibilidad de ser atacada por el mundo islámico, a cuyos grupos terroristas paradójicamente financian, junto a los Estados Unidos y bajo la estricta dirección de la AIPAC, hace que Israel deba buscar continuamente nuevos asentamientos.

Azerbaiyán, Kazajstán y Georgia ocultarían algunos de estos nuevos asentamientos sionistas, al tiempo que cada vez más individuos de esta comunidad establecen sus negocios y oficinas en los mismos. Aunque, algunos observadores internacionales aseguran que, tanto la Patagonia como Kazajstán, son alternativas serias puesta ya en marcha.

En 2018, la marina israelí contará con un contingente de 8 submarinos nucleares clase Dolphin. El gobierno de Angela Merkel le ha proporcionado hasta ahora cuatro de ellos de forma prácticamente gratuita, a cambio de la labor llevada a cabo por miembros de esa comunidad, especialmente la familia Rothschild, de influir sobre los gobiernos propietarios del 70% de la deuda alemana para condonar la misma. Hecho que finalmente se hizo efectivo con la firma del Acuerdo de Londres de 1953.

Para ciertos analistas, son los submarinos del Apocalipsis. Los responsables de desatar un Armagedón nuclear en la zona de Oriente Medio, que acabaría con el propio Israel, Siria, Irán y el resto de países del Golfo Pérsico.

Así, el respetable pueblo judío tiene un reto sumamente importante, definitivo e histórico ante si. Consiste en deshacerse del doble juego sionista liderado por las principales familias financieras y sus conexiones illuminatis, masonas y jesuitas, para demostrar al mundo su independencia de estos amigos del Armagedón, ansiosos por instaurar su Nuevo orden Mundial al precio que sea.

Los judíos más conservadores y ultra ortodoxos se oponen a tal influencia, que ellos mismos califican de manipuladora. Pero, hasta ahora, no se ha visto ni un sólo gesto para erradicar la misma, sino al contrario: Una complacencia absoluta.

De hecho, el multiculturalismo forzado por su plan Kalergi, que pretende acabar con la raza blanca, mediante el mestizaje y la inmigración masiva de gentes de otras razas a Europa, fue ideado en 1923 por el conde Richard Nikolaus Coundenhove-Kalergi, teniendo como objetivo último el generar una raza mestiza pasiva, amansada, predecible y manipulable, de inteligencia inferior, sobre la cual pueda gobernar eternamente la élite aristocrática judía.

Culturas milenarias e independientes, que se van perdiendo a causa del proceso de globalización al que estamos asistiendo. Pueblos que ven como se desintegra un trabajo tribal de siglos, milenios en algunos casos, de la noche a la mañana. Que son desprovistos de su identidad y peculiaridades, y son forzados a una migración injusta a causa de la miseria y las necesidades perpetradas desde un holding corporativo financiero, y que son mezclados como animales de granja, para la constitución de la raza única que tanto desean.

Otro punto de inflexión, en el que no debemos entrar en reacciones de pensamiento ni obra contra un pueblo nómada, que al final ha sufrido la manipulación de sus dirigentes religiosos y financieros para ser marcados a su vez por una exclusión representada en la promesa de una “tierra prometida” y la consigna de ser el “pueblo elegido”, que han recibido por parte de sus adoctrinadores y profetas.

La humanidad se enfrenta a un reto de hermanamiento y concienciación universal enorme, que no Globalista y desintegrador de identidades. Decidido a erradicar el hambre, la enfermedad y la necesidad como una forma de control de la humanidad, el control de las finanzas, el secretismo de los gobiernos e instituciones y el uso de la religión como una herramienta usada a conveniencia para el control de los pueblos (Ezequiel, 13).

Sí Dios existe, Satanás también existe: “Es el ángel caído de Dios”. Pero los administradores de la tierra de Dios se deslegitiman por si solos con sus actuaciones en pos de la manipulación de los seres humanos, la apropiación de los recursos naturales del planeta y sus planes de eugenesia colectiva.

Bienvenidos a Israel 2.0. ¡Y que Dios se apiade de los habitantes con prepucio!

Adrian Salbuchi - ¡Alerta Argentina! La Patagonia en Peligro
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