Redaccion | Abril 28, 2015
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Las fuerzas del poder en la sombra, lentamente, están cumpliendo con su “agenda” para lograr el control total y definitivo de toda la humanidad y de la totalidad de los recursos de los que dispone nuestro planeta.
Efectivamente, el escritor británico de éxito, David Icke, acuñó un término muy gráfico, “totalitario de puntillas”, porque “ellos” van dando pasos muy pequeños, aunque bastante firmes, a fin de lograr establecer la esclavitud, total y definitiva, de todos los seres humanos.
Y a pesar que las masas se muestran relativamente conscientes del hecho de que todas sus libertades se están truncando poco a poco, la fortaleza del poder octópodo, mejor conocido como el “Nuevo Orden Mundial”, aumenta constantemente.
En algún lugar, cerca de la cima de la pirámide de este poder, una especie de organización al extremo elitista, y conocida como el “Consejo de las 13 Familias”, organiza todos los grandes eventos mundiales.
Como su nombre indica, el Consejo está integrado por las 13 familias más influyentes del planeta.
Cada día, más gente se percata del hecho de que el 99% de la población de la Tierra está controlada por una “elite”, compuesta tan sólo por el 1% de la misma.
Sorprendentemente, tal corpúsculo, se halla compuesto por menos del 1% de esa “elite” y, lo que es más grave aún, nadie sobre la faz de la tierra puede solicitarles la membresía.
La opinión, de los miembros de estas familias, es que ellos tienen derecho a gobernar al resto de la raza humana, ya que son descendientes directos de los antiguos dioses y, por ende, se consideran miembros de un linaje que está predestinado para tal fin de forma divina.
Los apellidos célebres que comprenden el “Consejo de las 13 Familias”, son: Rothschild (Bauer o Bower); Bruce; Cavendish (Kennedy); De Medici; Hanover; Habsburgo; Krupp; Plantagenet; Rockefeller; Romanov; Sinclair (St. Clair); Warburg y la dinastía inglesa de los Windsor (Saxe-Coburg-Gothe).
Aunque, hay quienes sospechan que esta podría no ser la lista completa de las familias que nos gobiernan y que algunos linajes, muy poderosos, siguen siendo desconocidos para nosotros.
La familia Rothschild es, sin duda, el linaje conocido con más poder sobre la Tierra. Su riqueza, comprobable, se estima alrededor de los 500 billones de dólares y ejercen su poder a través de un inmenso imperio bancario mundial, cuya totalidad, prácticamente está en sus manos.
Las instituciones mundiales, más importantes, que trabajan de forma férrea para establecer el Nuevo Orden Mundial y esclavizar completamente nuestra especie, serían:
La City de Londres (como centro financiero del NWO, controlado totalmente por la familia Rothschild), que no es parte del Reino Unido.
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Cabe resaltar, que la Reserva Federal de los EEUU presta dinero a bajo interés al gobierno federal de esa nación, habiéndole usurpado esa prerrogativa constitucional en 1913, en lo que constituyó todo un golpe de estado encubierto y que, hasta hoy, parece un hecho irreversible.
Todas las instituciones mencionadas anteriormente funcionan como estados individuales, es decir, operan bajo sus propias leyes y, por tanto, no existe ningún tribunal de justicia sobre la Tierra que pueda abrir un proceso en su contra.
La multitud de sociedades secretas que existen hoy, operan como filiales de una especie de mega corporación, propiedad del Consejo de las 13 Familias.
A pesar de ser muy generosamente recompensados por su trabajo, los miembros de estas sociedades secretas no pertenecen a los linajes de la “elite”, no saben quienes son sus “amos” y jamás llegan a conocer el contenido de la verdadera agenda.
Otra herramienta de esclavitud de masas que están usando contra la humanidad, es el mal llamado sistema educativo. Las escuelas ya no son lo que antaño solían ser y los niños están aprendiendo a memorizar, sin pensar, y a obedecer, sin cuestionar.
De hecho, la operatividad del sistema educativo actualmente establecido es sumamente costoso de mantener y prácticamente obsoleta en la era de Internet. ¿Por qué obsoleta?, podrían preguntarnos. La respuesta, por ahora, es que Internet nos da libre acceso a cantidades casi infinitas de información.
Así que, ¿por qué seguimos destinando enormes cantidades de dinero para la educación publica? La respuesta, es que la “elite” del mundo requiere que nuestros hijos aprenden a ser seres conformes y el pensamiento inside-the-box.
Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto?
La fe de la humanidad pende de un hilo en estos momentos, mientras que el control octópodo del Nuevo Orden Mundial crece. Por un lado, estamos muy cerca de convertirnos en unos esclavos al completo de su poder, mientras que por otro lado, podríamos socavar fácilmente al suelo su pirámide de poder, simplemente uniéndonos en una revolución pacífica de nuestras mentes, corazones y almas, en contra de sus engaños.
Muchos, nos hemos preguntado durante años cuál será su mayor arma de esclavitud. ¿Será acaso una educación deficiente combinada con una gran carga constante de adoctrinamiento? ¿Será el miedo generado por la religión? ¿El miedo de ser castigados, encarcelados o reducidos por el sistema? O, ¿se tratará simplemente de la esclavitud invisible del sistema monetario?
Todo lo anterior combinado ha tenido a lo largo de la historia un gran impacto en nuestra sociedad y en nuestra forma de pensar. Pero, su mayor arma, de lejos, es el sistema financiero.
El sistema financiero ha venido esclavizando sigilosamente nuestra especie y ahora estamos siendo utilizados como esclavos del dinero.
Trabajamos de 9 a 5, todos los días, en ambientes aburridos y deprimentes, sin estímulos creativos o constructivos. En la mayoría de los casos, la única motivación para ir a trabajar es la próxima paga. Y, no importa lo duro que lo hagamos, nunca parece alcanzarnos el dinero.
Se ha preguntado por qué las megacorporaciones, que alcanzan miles de millones en ganancias cada año, pagan decenas de millones a sus directores generales y, en cambio, al resto de sus empleados los despachan con sueldos lo más cerca posible del salario mínimo.
Esto, ha sido diseñado así muy cuidadosamente, porque una persona que esté constantemente “al borde”, nunca tendrá tiempo para la educación, la introspección y, mucho menos, para su despertar espiritual.
Y, ¿no es este nuestro principal propósito en la Tierra? ¿Llegar a ser seres espirituales y completar el ciclo de la trascendencia? Y por espiritual, obviamente, no nos referimos a la religiosidad.
“Ellos”, no necesitan gente educada, que sean capaces de tener un pensamiento crítico y poseer metas espirituales. No, este tipo de personas son peligrosas para el sistema en que nos han confinado.
“Ellos”, quieren sólo “robots”. Seres obedientes. Lo suficientemente inteligentes como para operar sus máquinas y mantener el sistema en funcionamiento, pero lo suficientemente estúpidos como para jamás hacerse preguntas.
Los mayores problemas del mundo, tienen sus raíces profundamente arraigadas en la plaga financiera: las guerras son rentables, las enfermedades son rentables, el saqueo de la Tierra es rentable, la esclavitud humana y las condiciones inhumanas de trabajo son rentables.
Nuestros líderes han sido corrompidos por el dinero y la misión colectiva de la humanidad en la Tierra ha sido secuestrada por el dinero.
Visto así, ¿para qué necesitamos el sistema financiero?
En realidad, no lo necesitamos. Al menos, ya no. El planeta no nos cobra ni un céntimo por la utilización de sus recursos naturales y tenemos la tecnología para extraerlos sin trabajar físicamente ni un sólo día.
¿Cuál podría ser la solución?
Hay mentes muy brillantes “ahí afuera”, discutiendo el concepto de una economía para las próximas décadas, basada en los recursos existentes. Un ejemplo es el señor Jacque Fresco, un diseñador industrial y brillante ingeniero social, que pasó la mayor parte de su vida diseñando el futuro.
Las ciudades propuestas por Fresco, serían construidas por robots. Construcciones autónomas, ecológicas y auto sustentables, a prueba de incendios y de terremotos.
Otras personas ya están discutiendo un plan de transición hacia la economía del futuro, donde el dinero ya no sea necesario y en el que a todas las personas se les ofrezcan las mejores condiciones para alcanzar sus más altos potenciales. Todo para el beneficio de nuestra especie, como un todo.
Entonces, nuestra pregunta final es: ¿Estamos preparados para abrazar el futuro y escapar del control de la “élite” en un mundo sin dinero, o vamos a permitir que el Nuevo Orden Mundial se establezca?
De momento, “ellos” van ganando…
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