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El cáliz de la Infanta Doña Urraca, hija de Fernando I el Grande, que se haya custodiado en la basílica de San Isidoro
El cáliz de la Infanta Doña Urraca, hija de Fernando I el Grande, que se haya custodiado en la basílica de San Isidoro

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Un equipo de investigadores, formado por los historiadores Margarita Torres y José Miguel Ortega del Río, publicaba el pasado mes de marzo un libro muy interesante: “Los reyes del Grial”.

Texto, que recoge una muy exhaustiva investigación científica, desarrollada a lo largo de tres años, y que ha pasado prácticamente inadvertida.

Investigación que demostraría como el Santo Grial, “la copa que la comunidad cristiana de Jerusalén en el siglo XI consideraba como el cáliz de Cristo, se encuentra protegida en la Basílica de San Isidoro de León”.

Así, lo explica la coautora de la obra y especialista en historia medievalista, Margarita Torres, que ha detallado como este hallazgo se halla avalado por otro gran descubrimiento: “Dos pergaminos originales egipcios, fechados en el año 1054, que indican claramente que el cáliz fue enviado al entonces rey de León, Fernando el Grande, tras haber sido saqueado de la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, donde había permanecido desde el siglo IV”.

Estos documentos probarían, “sin lugar a dudas”, que el cáliz le fue entregado en señal de agradecimiento, luego de que el monarca leonés enviara un gran cargamento de víveres a Egipto, en un “año de gran hambruna”.

“La investigación demuestra, por tanto, que ese cáliz, que era considerado el Santo Grial por la comunidad cristiana del siglo XI, se encuentra en León”, afirma la autora.

“Se desconoce qué pasó con la copa antes de ese momento, el año 400 después de Cristo”, indica el coautor de la obra, José Miguel Ortega del Río, que explica: “No hay documentación relativa a ese periodo en especifico”, pero resaltando la importancia de este hallazgo, porque “ninguno de los otros presuntos santos gríales cuentan con una base tan sólida, sobre la cual apoyarse”.

Otra de las evidencias que apoyarían la tesis de estos dos historiadores sería el hecho de que, durante el traslado de la reliquia a León, una esquirla se desprendió del cáliz. Fragmento, que también falta al cáliz denominado hasta ahora “Cáliz de la Infanta Doña Urraca”, la célebre hija de Fernando I el Grande, y que está ubicado desde el siglo XI en la basílica de San Isidoro.

Además, la datación de la copa, realizada utilizando un complejo estudio de su tipología, ha demostrado que pertenece al periodo comprendido entre el siglo I antes de Cristo y el I después de Cristo, lo que le haría coincidir con el momento histórico en el que se cree que Jesús utilizó el Santo Grial.

“Se trata de un enorme rompecabezas, en el que ahora encajan las piezas que antes estaban inconexas”, agrega Ortega del Río, que reconoce que “aún quedan aún muchas preguntas sin resolver” en torno a este asunto, aunque confía que, tras este primer hallazgo, “salgan a la luz nuevas investigaciones que puedan completarlo”.

El edificio de Botines de León ha acogido la presentación de “Los reyes del Grial”,  patrocinado por la Fundación Monteleón. Su presidente, José Manuel Fernández del Corral, manifestó que la obra “merece todo el apoyo de nuestra institución por sus grandes aportaciones históricas e implicación con León”.

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