USO DE COOKIES: Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia como usuario. Si continúa navegando, está dando su consentimientoal a la utilización de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. Haga clic en el enlace para una mayor información.

NOTICIAS | CIENCIA
“Es muy probable que hayan alcanzado una etapa en la que sean sólo cerebros electrónicos”, señala Martin Rees
“Es muy probable que hayan alcanzado una etapa en la que sean sólo cerebros electrónicos”, señala Martin Rees

Oferta Especial

El Astrónomo Real británico, el célebre barón Martin Rees, de Ludlow, Inglaterra, afirma que a pesar de que aún existen posibilidades de hallar vida en nuestro sistema solar, seguramente, los seres más avanzados vivan a muchos años luz de nosotros, en otra galaxia.

Haciendo referencia a iniciativas como el Instituto SETI y la búsqueda de vida extraterrestre que adelantan científicos de la talla de Stephen Hawking y Yuri Milner, a través del análisis de señales de radio provenientes del espacio, Rees nos comenta: “Quizás las mismas no provengan de una máquina creada por una raza avanzada sino, más bien, de las propias entrañas de uno de sus miembros.

“De captarse, lo más probable es que esa señal fuera emitida por un cerebro electrónico inmensamente complejo y de gran alcance”, expone.

Sostiene que los seres humanos no se hayan “ni a la mitad del recorrido” del proceso evolutivo y que un día, al igual que estos, se convertirán en seres que no necesitarán de un cuerpo para vivir: “Una raza post-humana”.

En unas declaraciones dadas al diario británico Mirror, antes de su aparición en el programa “Four’s Aliens” de la BBC, decía: “Las criaturas dominantes del futuro no serán de carne y hueso”. Es decir: “Puede, que los alienígenas sean realmente muy distintos de cómo nos los imaginamos”.

Los “robots” y la “inteligencia artificial” superarán un día al humano. Algunos lo situan hacia el año 2100. Otros, en cambio, creen que puede tardar siglos. “Pero, sea como fuere, las escalas de tiempo son un instante, si se comparan con los eones que aún nos quedan por delante”, nos dice.

“Si la vida ya se ha dado en un planeta distante, existen dos posibilidades muy obvias: Que haya evolucionado más lentamente o más rápidamente que en nuestro planeta”, apunta.

“Si ha evolucionado más lentamente, no detectaremos ninguna señal, en absoluto. Aunque, sí podremos llegar a observar evidencias de su existencia, como la vegetación”, explica.

“Pero, si ésta evolucionó más rápido, es probable que ya hayan llegado a esa etapa en que sus cerebros sean “electrónicos”, no ese “hardware húmedo” que se halla embutido en el interior del cráneo humano”, señala.

“No cabe ninguna duda. Si estas búsquedas detectan algo, provendrá de un ser con estas características”, afirma rotundamente.

“Estas entidades pensarán de una manera muy diferente a la nuestra, por lo que no podremos adivinar si, la misma, es una señal o un mensaje, o simplemente un aviso que nos ayude a “escapar” a tiempo”, advierte.

No obstante, el barón Rees aún no ha perdido la esperanza de encontrar vida en nuestro sistema solar. Aunque reconoce que puede que no sea inteligente.

“Mi apuestas en ese sentido están puestas en Europa, una de las lunas de Júpiter, y en Encelado, la enigmática luna de Saturno”, nos asegura con ilusión en sus ojos.

“Estas, están cubiertas por el hielo. Pero, podría haber criaturas nadando en los océanos existentes bajo el mismo”. De hecho, ya se está planificando el envío de sondas espaciales para ir a su encuentro.

“Lamentablemente, no creo que haya ninguna posibilidad de encontrar vida avanzada en ninguna de ellas”, nos dice, antes de despedirnos.

 
WILLIAM PARDO
Nacido en Caracas, Venezuela, William Pardo es un periodista que ha dedicado gran parte de su trabajo a la investigación de temas relacionados con el misterio, como el fenómeno OVNI y la Teoría de la Conspiración. Ha vivido en Estados Unidos, España, Holanda y el Reino Unido, país en el que reside en la actualidad
This Is A Developing Story
ESPECIALES