NOTICIAS | NATURALEZA
El documento pone en relieve datos muy inquietantes, que han encendido todas las alarmas
El documento pone en relieve datos muy inquietantes, que han encendido todas las alarmas

Oferta Especial

Las demandas que el humano ejerce sobre el planeta son un 50% mayor de lo que la naturaleza puede llegar a regenerar, por lo que a este ritmo es necesario el equivalente de 1,5 planetas para producir los recursos necesarios para soportar la huella ecológica humana.

Esto significa, por ejemplo, que las personas cortan madera más rápido de lo que los árboles la pueden producir, extrayendo agua a mayor velocidad de lo que los acuíferos se pueden reponer o emitiendo CO2 más rápido de lo que la naturaleza lo puede absorber.

Así se desprende del informe hecho público en fechas recientes por la ONG WWF, “Planeta Vivo 2014”, y que arriba ya a su décima edición, desde su nacimiento en 1996.

El documento pone en relieve datos muy inquietantes y que han lanzado todas las alarmas, como el dramático descenso de la biodiversidad y un aumento muy notable del impacto de las actividades humanas.

El informe, con un carácter bianual y realizado en estrecha colaboración por las redes de la Huella Global y de la Huella Hídrica, y la Sociedad Zoológica de Londres, incluye dos indicadores realmente esenciales: la Huella Ecológica, que mide el área geográfica que se requiere a fin de satisfacer la enorme demanda de recursos naturales de la humanidad, y el Índice Planeta Vivo, que analiza las tendencias seguidas por más de 10.000 poblaciones de unas 3.000 especies, desde 1970.

Así, el estudio, indica que la huella ecológica ha aumentado en más de la mitad en los últimos 50 años, en tanto que la biocapacidad, es decir la capacidad que tiene el planeta para producir los recursos que consumen los seres humanos, se ha mantenido más o menos constante en el último medio siglo.

Los países de altos ingresos tienen una huella ecológica cinco veces superior a los de bajos ingresos. El ranking de naciones está encabezado por Kuwait, al que siguen Qatar, los Emiratos Árabes Unidos, Dinamarca, Bélgica, Trinidad y Tobago, Singapur, Estados Unidos, Bahréin y Suecia.

Por ejemplo, si todas las personas del planeta tuviesen la huella ecológica promedio de un residente de Qatar, harían falta 4,8 planetas, por 4,3 de Bélgica o los 3,9 de Estados Unidos. España ocupa el lugar número 40. Si todo el mundo viviera como un ciudadano español medio, la humanidad necesitaría 2,3 planetas para satisfacer las gigantescas demandas de recursos.

Por otro lado, el estudio señala que la fauna salvaje ha descendido globalmente un 52% en los últimos 40 años, es decir, las poblaciones de peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos han caído más de la mitad desde 1970. Es decir, más de la mitad de los animales salvajes que existían en la Tierra hace 40 años ha desaparecido.

Además, las especies de agua dulce son las que han sufrido un mayor descenso, con un 76%, una media de casi el doble que las especies marinas y terrestres. La mayoría de estas pérdidas han tenido lugar en las regiones tropicales, con América Latina a la cabeza de esta fenomenal caída.

Según WWF, “este déficit ecológico está comprometiendo la integridad de los ecosistemas y el bienestar y prosperidad de la humanidad”.

El informe muestra que la mayor amenaza contra la biodiversidad es una combinación de la pérdida y la degradación del hábitat, que la pesca y la caza son también unas amenazas significativas y que el cambio climático está siendo cada vez más preocupante, hasta el punto que se citan investigaciones que aseguran que este problema es ya el responsable de la extinción de especies y que asegura que la mitad de la huella ecológica proviene de los índices de la huella de carbono, ligada al cambio climático.

Por otra parte, el informe de WWF habla de los límites de la Tierra y destaca que ya se han sobrepasado tres: la pérdida de la biodiversidad, el cambio climático y el cambio del ciclo del nitrógeno, lo cual conlleva “efectos ya visibles en el bienestar de la humanidad” y en la demanda humana de alimentos, agua y energía.

Por el momento, se mantienen como límites planetarios seguros la contaminación química, la carga atmosférica de aerosoles, los cambios en el uso de la tierra, el uso global de agua dulce, el ciclo de fósforo, el agotamiento del ozono estratosférico y la acidificación de los mares y los océanos.

Entre las soluciones para gestionar, usar y compartir los recursos naturales dentro de las limitaciones del planeta, de tal manera que se garantice la seguridad de alimentos, agua y energía parta todos, WWF propone estrategias para preservar el capital natural, producir mejor, consumir de manera más inteligente, reorientar los flujos financieros y asegurar una gobernanza equitativa de los recursos disponibles.

WWF lanzó el informe una semana después de la celebración de la Cumbre sobre el Clima de la ONU, donde un buen número de líderes mundiales anunciaron la pronta adopción de medidas contundentes contra el cambio climático. Esperemos, que por el bien de la Tierra, no se quede sólo en eso, en simples anuncios efectistas, hechos, en una cumbre más.

This Is A Developing Story
ESPECIALES