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Kardashian siente que ella es más famosa que los Obama y no entiende por qué el presidente no quiso conocerla

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La televisiva Kim Kardashian estaba muy ilusionada por poder conocer al presidente Barack Obama durante la gala de la Fundación USC Shoah de Steven Spielberg, que se celebró en Los Ángeles, a mediados de año.

Pero, “algo” muy engorroso para la guapa “celebrity”, aconteció en los entretelones de la misma. Algo, que afectaría grandemente a la diva de la televisión norteamericana y que ha salido a la luz pública recientemente: Su petición, fue rechazada.

La estrella de reality shows, llegó al evento vestida muy elegantemente y con una nueva imagen, que coincidió con la publicación de un larguísimo mensaje en su cuenta de Twitter el mismo día, que abordó sus temores sobre el racismo.

“Me he dado cuenta que el racismo y la discriminación siguen vivos, y tan cargados de odio y mortales como siempre han sido”. Y agregó, “Siento una profunda responsabilidad como madre, como figura pública y como ser humano, para hacer todo lo que este a mi alcance para asegurarme que, no sólo mi hija, sino que todos los niños del mundo, no tengan que crecer en un mundo en el que sean juzgados por el color de su piel, su sexo o su orientación sexual”.

“Quiero que ella, mi hija, crezca en un mundo donde el amor por los demás sea lo más importante”, expresó la guapa morena, en una tweet, por lo demás, particularmente acorde con la velada.

Kim, podía estar mostrando su apoyo a la Fundación USC Shoah en su 20ª Gala de Aniversario, pero “eso” no quería decir que la diva se fuera a desvanecer, a fundirse con el fondo.

Fue entonces, cuando Kim, “quien no estaba sentada cerca del presidente Obama, decidió enviar a uno de los colaboradores de su equipo a que investigara si podían conocerle. La mesa de Obama estaba protegida por el Servicio Secreto y la seguridad era bastante extrema. El lacayo de Kim, fue totalmente ignorado, y se le comunicó que sería imposible que la “socialité” pudiera llegar a conocer al presidente”, según reveló una fuente cercana al entorno de la diva.

Kim, quien en ese entonces aún era sólo la prometida de Kanye West, se mostró especialmente desairada por no haber podido conocer a Obama, una oportunidad que sí tuvieron el director, Steven Spielberg, y algunos de sus amigos, quienes pudieron mantener una amena conversación con el presidente, de casi una hora, tras hacerle éste entrega del Premio de “Embajador de la Humanidad”.

“Kim se sintió realmente deprimida y decepcionada. No entendía por qué no podía decirle ni siquiera un simple “hola”. Desde que ella apareció en la portada de Vogue, su ego se halla totalmente fuera de control”, exclama el informador.

“En su mente, ¡ella y Kanye son más famosos que el presidente Obama y la primera dama! Kim se cree que es parte de la realeza estadounidense, verdaderamente, y que, ella y su marido, son una pareja muy, pero que muy poderosa. No puede entender el por qué el presidente Obama no quiso conocerla”, apuntó.

Para calmar su gran enfado, Kanye, a quien el presidente llamó “burro” dos veces, le dijo que no merecía la pena llevarse un disgusto por eso.

“Kanye le dijo que no se molestara en perder el tiempo con Obama, porque “él es el enemigo”. Sí, ¡Kanye dijo exactamente eso!”, concluyó la fuente.

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