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Inès-Loan Rau, junto al super modelo Tyson Beckford, en “On my skin” por Rodolfo Martínez
Inès-Loan Rau, junto al super modelo Tyson Beckford, en “On my skin” por Rodolfo Martínez

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Un largo camino, del secretismo a la normalización, es el que han tenido que transitar modelos tan hermosas, como Inès-Loan Rau, convertida en la nueva bomba sexual de Instagram.

Sin embargo, a pesar de la censura, la francesa continúa presumiendo de cuerpo, tanto en su álbum personal como en portadas de revistas, como la de Oyster, que la ha convertido en la protagonista de su número “The Exposed Issue”, en el que, una vez más, demuestra lo cómoda que se siente en un cuerpo que no siempre fue suyo, pero que debió serlo.

“Me siento bastante cómoda estando desnuda, incluso mucho antes de la operación. Siempre me he sentido encantada con mi cuerpo. Esa, es mi manera de ser”, se confiesa, en una entrevista que acompañaba a una sesión fotográfica bastante subida de tono. Una portada que, sin embargo, no es la primera que realiza.

Inès-Loan Rau, íntima de Andrej Pejic, el modelo que desató el regreso del gusto por lo andrógino en la industria de la moda, ya demostró su potencial en el número dedicado al arte de la publicación masculina por excelencia, la revista Playboy.

Y es que, según confiesa en Oyster, para su sorpresa, los hombres han sido especialmente comprensivos... “Me sorprendió porque siempre me daba miedo contárselo a los chicos, pensé que me rechazarían, pero en realidad siempre tuvieron la mente más abierta de lo que pensaba. Era una locura”. Confiesa, que siempre sintió temor de que los chicos la buscasen en Google. Pero, que una vez que estos lo hacían, se convertía en un: “¡qué más da!”.

Ahora, Inès-Loan Rau, a sus 24 años y casi seis después de completar su transición, comenzó con tan solo 16, contará su historia en un proyecto que muy seguramente verá la luz el próximo año.

“He visto el mundo con los ojos de diferentes géneros. Sé cómo reacciona la gente con hombres, se cómo reaccionan ante una mujeres y se cómo reaccionan cuando se enteran de que eres transgénero. Me encantan las personas, conozco todas las inseguridades que tienen. He tenido sexualidades diferentes, géneros diferentes y estoy acostumbrada a tratar con personas con diferentes cuerpos, rostros y géneros, lo que me hace ser más sensible y comprensiva con las personas. Es maravilloso y por eso estoy escribiendo sobre ello”, comenta.

Pero ella, no es ni la primera modelo transexual ni la única en contar abiertamente su experiencia. Hace tiempo que el mundo de la moda, no solo no se sorprende, sino que enarbola la bandera por la defensa y la aceptación de lo transexual.

El pasado 31 de marzo, Día Internacional de la Visibilidad Trangénero, la maniquí Geena Rocero hablaba sin pudor sobre su transexualidad en una de las famosas charlas organizadas por TED. Ahora Geena, quien, además de completar su cambio de sexo hace varios años, posee el reconocimiento legal de su nuevo género, centra sus esfuerzos en conseguir que la ley reconozca el nuevo sexo antes de pasar por el quirófano.

Antes que Geena e Inès-Loan, compañeras de profesión como Nicole Gibson, una de las protagonistas de la pasarela “Catwalk4Change”, impulsada por la agencia “Models of Diversity” durante la Semana de la Moda de Londres, Carmen Carrera, la mujer que revolucionó la red tras una multitudinaria petición en change.org para que la firma Victoria's Secret la convirtiera en una de las protagonistas de su desfile anual, o la archiconocida Lea T, gracias a su confesión en el programa de Oprah y su editorial junto a Kate Moss en la revista Love, han seguido la estela iniciada por Andrej Pejic.

El australiano, que tal y como ha confesado en varias ocasiones no puede encasillarse en ninguno de los dos géneros, ha encontrado en la ambigüedad sexual su mejor reclamo. Al igual que él, tops como Saskia de Brauw o Erika Linder también ha mostrado su versatilidad. También hay casos, como el de Casey Legler, la mujer que, sin necesidad de someterse a un proceso de reasignación de género, figura en el apartado de modelos masculinos de su agencia.

Sin embargo, y a pesar de que pueda parecer que la lucha por la diversidad sexual en la industria de la moda es una batalla librada de manera individual por sus protagonistas, las firmas se han convertido en uno de los principales apoyos.

Diseñadores y casas como Jean Paul Gaultier, Givenchy o la española Rosa Clará, no han dudado en contar con modelos trans en sus desfiles. La última gran marca en mostrar su apoyo a este colectivo fueron los grandes almacenes neoyorquinos Barneys y, lo hicieron como mejor saben, con su campaña “Brothers, sisters, sons & daugthers”, en la que 17 jóvenes se convertían en modelos por un día para contar su historia y demostrar que la moda, ahora más que nunca, dice un claro “sí” a la diversidad sexual.

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