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Los expertos dicen que los nuevos hallazgos no aumentan necesariamente el “riesgo de Yellowstone”, a pesar de la rumorología que apunta a una nueva erupción catastrófica
Los expertos dicen que los nuevos hallazgos no aumentan necesariamente el “riesgo de Yellowstone”, a pesar de la rumorología que apunta a una nueva erupción catastrófica

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El “supervolcán” que duerme en el subsuelo del Parque Nacional de Yellowstone, en Estados Unidos, es aún mucho más grande de lo que se pensaba, según revela un nuevo estudio geológico.

Esa formación volcánica es la fuente de calor de los géiseres y aguas termales que atraen cada año a millones de visitantes a ese famoso parque nacional.

Pero debajo, sigue latente el enorme “supervolcán”, que ya ha entrado en erupción en el pasado y que podría volver a rugir en el futuro.

Una investigación, que se publicará en el diario científico “Geophysical Research Letters”, se basa en una nueva técnica que nos revela su desconocido y enorme tamaño.

En 2009, los investigadores usaron las ondas sísmicas provenientes de terremotos para construir un mapa de la zona volcánica subterránea, que se extiende por los estados de Wyoming, Montana e Idaho.

Pero una metodología basada en la conductividad eléctrica de las rocas ha generado ahora una nueva fotografía del subsuelo, donde el “supervolcán” aparece bastante más grande.

La conductividad es una característica presente en las rocas de silicato fundido y en el agua salada caliente que se encuentra de forma natural en el interior de las mismas.

Cada técnica, nos muestra una profundidad diferente del penacho, a pesar de que la discrepancia viene dada por las capacidades de los diferentes métodos. La conductividad eléctrica puede verse a solo 322 kilómetros de profundidad; Pero las lecturas sísmicas permiten ver hasta una profundidad de 660 kilómetros y, los datos anteriores, muestran que el penacho se extiende hasta esas profundidades.

“Es como la medicina. Usted puede utilizar ultrasonido o resonancia magnética para realizar el mismo estudio”, dijo el líder del proyecto, Michael Zhdanov, un geofísico de la Universidad de Utah en Salt Lake City. Ambos métodos muestran diferentes aspectos de las mismas estructuras.

El equipo de la Universidad de Utah, dijo que los resultados eran “sorprendentes”, al presentar el estudio en el American Geophysical Union Fall Meeting en San Francisco.

Las imágenes halladas en 2009, utilizando ondas sísmicas, mostraron que la formación de roca caliente semifundida que hay en las profundidades de Yellowstone estaba en un ángulo de 60 grados y que se extendía en una superficie de 240 kilómetros y hasta 660 kilómetros de profundidad en algunos puntos.

El nuevo estudio, basado en la conductividad puede “ver” sólo hasta una profundidad de 320 kilómetros bajo tierra. Sin embargo, muestra que la parte conductora de la roca se sumerge más suavemente, en un ángulo de 40 grados, y que se extiende en una columna de 640 kilómetros del este al oeste.

Según los expertos, esas dos radiografías pueden parecer diferentes porque las dos técnicas muestran cosas ligeramente distintas.

Las imágenes sísmicas se generan en función de los distintos materiales que hacen que las ondas sísmicas se frenen. En cambio, la técnica geoeléctrica retrata los fluidos salados que conducen electricidad.

Otro de los autores de la investigación, Robert Smith, también de la Universidad de Utah, aseguró que a pesar de las diferencias, “este cuerpo que conduce la electricidad está en la misma localización y con la misma geometría que la formación de Yellowstone imaginada de forma sísmica”.

La inclinación más suave podría sugerir que la zona caliente retratada por la técnica de olas sísmicas podría estar envuelta por una más amplia, una especie de funda subterránea de rocas medio fundidas y líquidas, según los investigadores.

Para realizar el nuevo estudio, se examinaron las tuberías del supervolcán de Yellowstone, utilizando imágenes magneto telúricas.

En esta técnica, se utilizan docenas de estaciones de monitoreo para medir la intensidad de la ultra-frecuencia de las ondas electromagnéticas generadas en la ionosfera, una capa de carga eléctrica de la atmósfera superior a la de la Tierra.

Las imágenes magneto telúricas permitieron al equipo de Zhdanov elaborar un mapa, no sólo de la roca caliente del penacho, sino también de una zona de sombra que rodea parcialmente la roca.

Además de mostrar una columna más grande, los nuevos datos revelan algunos detalles interesantes, según informa Kenneth Pierce, un geólogo de Bozeman, Montana, a National Geographic.

“Por ejemplo, las nuevas imágenes así obtenidas, muestran que la parte este del penacho se corresponde con una un terreno elevado y caliente al este del Parque Nacional de Yellowstone”, dijo Pierce.

“El hecho de que las dos técnicas muestran de manera similar el penacho de Yellowstone es reconfortante”, dijo Peter Cervelli, científico adjunto a cargo del Observatorio del supervolcán de Yellowstone.

Los nuevos hallazgos en el lugar, son un paso adelante para que los científicos puedan comprender el funcionamiento del magma que subyace en Yellowstone y regiones similares de todo el mundo. En última instancia, estos datos podrían ayudar a los científicos a determinar qué regiones volcánicas actualmente se encuentran inactivas y cuáles podrían entrar en erupción en un futuro.

De las tres grandes erupciones registradas hace cientos de miles de años, dos de ellas cubrieron una enorme área de Estados Unidos con ceniza volcánica.

La última erupción a gran escala del supervolcán fue hace 640.000 años. También ha habido otras erupciones a menor escala, la más reciente, hace 70.000 años.

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