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“Utilizaba la comedia para esconder todos los demonios que vivían dentro de él”, dijo María Conchita Alonso
“Utilizaba la comedia para esconder todos los demonios que vivían dentro de él”, dijo María Conchita Alonso

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La adicción parecía acechar al actor estadounidense, Robin Williams, a cada paso. Tentándolo, cuando éste estaba débil y, provocándolo, cuando menos se lo esperaba.

“Se sienta a esperar el momento en que uno piensa que está bien. Y, entonces, lo próximo que uno sabe es que no está bien”, dijo el actor en Good Morning America, en 2006.

Williams, el torbellino de la comedia, mejor conocido por sus hilarantes y dispersos monólogos introspectivos, fue hallado muerto este lunes, a los 63 años. Se ahorcó en su casa de la bahía de San Francisco y, al fin, pudo silenciar a todos esos demonios que le acosaban incansablemente.

En la ficción, representó desde un genio hasta un mendigo. En la vida real, luchó contra brotes periódicos de depresión y el abuso de drogas y alcohol, algo que confesaba a los periodistas o, que le servían, para alimentar sus monólogos.

Uno de sus primeros llamados de atención fue en el año 1982, cuando el comediante John Belushi murió de una sobredosis de drogas. Williams, estuvo de fiesta brevemente con la estrella del “Saturday Night Live” la noche de su deceso. La partida de su mejor amigo, unida a su inminente paternidad, obligaron al comediante a dejar la cocaína y el alcohol de forma tajante.

Ese episodio, fue recordado por la actriz María Conchita Alonso en una entrevista con la cadena CNN en Español. La venezolana hizo su debut en Hollywood de la mano del actor, en la cinta “Moscú en Nueva York” (1984), de Paul Mazursky, cineasta fallecido en junio pasado.

La intérprete aseguró, que aunque conocía los problemas de adicción de su coprotagonista, jamás llegó a conocer de su sufrimiento a causa de la depresión.

“Este mundo no era para él”, sentenció la actriz, quien destacó la humildad y sensibilidad de la estrella protagonista de más de 60 películas. “Utilizaba la comedia para esconder todos los demonios que vivían dentro de él”, agregó.

Entretanto, otro venezolano, el director de teatro Moisés Kaufman, tuvo la oportunidad de establecer una relación laboral y de amistad con el fallecido Robin Williams.

“Para mí, no será el brillante sentido del humor lo que echaré de menos. Extrañaré al tipo que venía a ensayar cada día con amabilidad, curiosidad, humildad y un sentido de la camaradería que hacía, que todos en aquella habitación, se sintieran bienvenidos. Él, amaba su oficio y nuestra comunidad”, escribió el dramaturgo en Facebook.

Kaufman, dirigió a Williams en su debut en Broadway, con la pieza “Bengal tiger at the baghdad zoo”, en 2011. Lo que le reportó al actor una nominación para los Tony Awards.

Innumerables celebridades y políticos, como Barack Obama, lamentaron la muerte del ganador del Óscar por “En busca del destino” (1997). El banquito público, usado en una escena clave de esa cinta, ubicado en Boston, se convirtió en todo un memorial para sus fanáticos, que depositan allí sus flores y notas de condolencia.

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