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os cambios, que el consumo regular de marihuana puede producir en el cerebro, siempre serán peligrosos
Los cambios, que el consumo regular de marihuana puede producir en el cerebro, siempre serán peligrosos

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Los jóvenes consumidores habituales de marihuana pueden experimentar cambios en las regiones del cerebro que controlan las emociones y la motivación, pero los investigadores aún no están del todo seguros sobre las consecuencias que esto puede traerles.

A pesar de ello, los investigadores han advertido que los cambios que el consumo regular de esta sustancia psicotrópica puede producir en sus cerebros siempre serán peligrosos.

El estudio,  publicado por la revista Journal of Neuroscience, difiere de otros estudios realizados hasta la fecha, en su enfoque, ya que los mismos estaban basados en usuarios crónicos de alto consumo.

El esfuerzo de investigación, llevado adelante con la colaboración del Hospital General de Massachusetts y las escuelas de medicina de las universidades del Northwestern y de Harvard, descubrió una correlación directa entre el número de veces que los usuarios hacían uso de la sustancia y las anomalías presentes en sus cerebros.

“Estamos estudiando los cambios en personas jóvenes, entre 18 y 25 años, en unas regiones centrales del cerebro, muy importantes, con las que jamás deberíamos jugar”, dijo el coautor del estudio, Dr. Hans Beiter, profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento de la Northwestern University.

En particular, el estudio identificó los cambios en dos importantes zonas del cerebro, el núcleo accumbens y la amígdala cerebral. La investigación arrojó cambios en cuanto al volumen, la forma y la densidad de dichas regiones. Aún así, los investigadores han advertido que se necesitan más estudios a fin de determinar qué consecuencias a largo plazo pueden tener esos cambios y si la abstinencia puede corregirlos, expone Beiter.

“La hipótesis que arroja este trabajo, es que estos cambios pueden ser una señal temprana de lo que luego puede convertirse en una grave desmotivación, ante la cual las personas no puedan enfocarse en sus metas”, explica.

El estudio, financiado en parte por el National Institute on Drug Abuse y la White House Office of National Drug Control Policy, se planteó a consecuencia de la petición de la legalización para su uso recreacional, que se llevó a cabo en los estados de Washington y Colorado en 2012. El uso de la droga sigue siendo ilegal bajo las leyes federales.

Su uso médico, en cambio, está permitido en 20 estados de esa nación. Los defensores de la legalización de la marihuana, alegan como principal argumento de sus campañas, que su consumo es más seguro que la ingesta del alcohol.

“Otras investigaciones han arrojado que el consumo de alcohol altera el cerebro”, comenta Beiter. Pero, los investigadores aun no conocen exactamente como los cambios observados en las mentes de los usuarios de la droga pueden afectar sus vidas. “El estudio muestra cambios físicos en el cerebro que difieren de los cambios producidos por el alcohol”, expone.

Este estudio, unido a otras investigaciones realizadas con anterioridad, demuestra como un uso significativo de la marihuana, por parte de personas jóvenes, puede afectar sus cerebros. Debido, principalmente, a que a esas edades dicho órgano aún se está desarrollando.

Beiter se muestra convencido que la marihuana sólo debería ser utilizada por personas menores de 30 años, en el caso que ellos necesitaran controlar el dolor producido por una enfermedad terminal.

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