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NOTICIAS | CIENCIA
Una molécula, de una planta de la especie “Arabidopsis”, evita la proliferación celular descontrolada, el factor que le da origen al desarrollo de tumores
Una molécula, de una planta de la especie “Arabidopsis”, evita la proliferación celular descontrolada, el factor que le da origen al desarrollo de tumores

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Un equipo de científicos adjuntos al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha identificado una molécula de una planta de la especie “Arabidopsis”, que bloquea de forma efectiva la proliferación de las células madre impulsada por las hormonas esteroides, lo que puede contribuir a la investigación contra los cánceres hormono-dependientes.

El estudio, fue publicado en el último número de la revista “Developmental Cell” y, en él mismo, describen cómo la referida molécula, bautizada con el nombre de “Bravo”, actúa como una cerradura que evita la proliferación celular descontrolada, que es lo que en los animales origina el desarrollo de tumores.

“Creemos que “Bravo” confiere a las células madre una enorme capacidad para superar los cambios ambientales externos”, explica Ana Caño-Delgado, del Centre de Recerca en Agrigenmica y una de las principales autoras del trabajo, en el que se reconoce como dichos factores de estrés causan una gran sobreexposición a los esteroides vegetales que, a su vez, originan el crecimiento celular.

De hecho, añade, sin este tipo de control, los órganos de la planta no se desarrollarían de una forma correcta, perdiendo la capacidad de adaptarse a los cambios ambientales, lo que produciría una proliferación de células descontrolada.

“Es un proceso similar al que ocurre en muchos animales: Cuando existe un crecimiento celular descontrolado, se deriva en un tumor. Es por ello, que el hallazgo puede ayudar a controlar la proliferación celular impulsada por las hormonas, y en la investigación eficaz contra los cánceres de tipo hormono dependientes”, explica la científico.

Las plantas en cambio, disponen de un tipo de células, no diferenciadas, que les dotan de una capacidad enorme e indefinida de crecimiento. Lo que se conoce como “meristemos”.

Estos, son tejidos embrionarios con células indiferenciadas que se hallan en el extremo de las raíces y de los tallos, y que permiten a la planta crecer a lo largo de toda su vida. También tienen un reservorio o nicho de células madre en la base de la raíz primaria, lo primero que emerge del embrión.

La doctora Caño-Delgado y su equipo, ya habían podido demostrar en trabajos anteriores que estos esteroides vegetales controlan el crecimiento de las células y la diferenciación de los meristemos de las raíces de una planta de la familia de las “Arabidopsis”. También demostraron que el aumento en la expresión de esteroides induce una diferenciación celular acelerada y “masiva” de las células, hasta el punto de que se agota por completo la reserva de células madre y las plantas no crecen.

“En condiciones naturales, la planta consigue un equilibrio de división-no división en el nicho de células madre: mantiene un núcleo de células que no se dividen, lo que se llama “estado de quiescencia”, a pesar de estar rodeadas de células madre que han recibido la señal de las hormonas esteroides y están proliferando rápidamente”, explica la científica.

El factor que hace que las células quiescentes no se dividan es precisamente la proteína “Bravo”, según demuestra el estudio, ya que asegura las bajas tasas de proliferación celular y confiere a la planta la capacidad de adaptarse a cambios del entorno. Y entender este tipo de mecanismo es esencial para conseguir plantas que respondan adecuadamente a situaciones adversas.

Actualizado el 31 de octubre de 2015
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