Redaccion | Diciembre 12, 2012
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La pasada semana, un “accidente” de aviación llamó la atención de la prensa mundial, debido a un par de factores claves: la importancia de los pasajeros de la aeronave siniestrada y lo insólito de las condiciones en que se produjo dicho accidente.
El pequeño avión, en el que viajaba el empresario Vittorio Missoni, al mando de una prestigiosísima firma italiana de moda, y otros cinco acompañantes, se perdió en medio del mar Caribe.
De acuerdo al diario “The Guardian”, la aeronave viajaba desde Los Roques a Caracas, cuando desapareció. Desde la década de los 90, al menos otras 15 aeronaves han tenido un destino muy similar: chocaron o se esfumaron en el espacio aéreo del archipiélago.
Pronto, todo tipo de teorías circularon para explicar el accidente, desde una falla de tipo mecánica hasta un asalto de narcotraficantes. Pero, también se habló de la “Maldición de Los Roques”, muy similar, a los tristemente célebres desvanecimientos que se suceden en el Triángulo de las Bermudas.
Uno de los más recientes, sucedió en 2008, cuando 14 personas murieron al desaparecer su avión en la misma ruta. Jamás se encontraron sus restos, tan sólo un cuerpo, informó la asociación civil “Volar en Venezuela”.
Este misterio, viene alimentado por la serie de extraños accidentes aéreos y misteriosas desapariciones que se han sucedido, durante las últimas décadas, entre la capital de Venezuela y el bello archipiélago caribeño de Los Roques, unos 140 kilómetros al norte.
Las comparaciones, con el famosísimo Triángulo de las Bermudas, es algo por demás inevitable. El área comprendida entre Miami, Puerto Rico y las islas que le dan su nombre, de igual manera, ha mantenido, durante largo tiempo, una nefasta reputación llena de misterios e inexplicables desapariciones.
Las elucubraciones no se han hecho esperar. Unos, sugieren que las desapariciones se deben a la liberación masiva de gas metano en la zona. Otros, a que el lugar es la morada de “aliens” secuestradores, o bien, a las almas en pena de la antigua Atlantida.
Pero, los más racionales, buscan una explicación más comprobable al asunto. Al igual que el Triángulo de las Bermudas, Los Roques es un área transitada y proclive a tormentas tropicales inesperadas por sus aguas rápidas y turbulentas.
Racionales o no, ninguna de las teorías está comprobada, por lo que lo ocurrido en Los Roques el viernes pasado y a lo largo de 20 años sigue siendo un misterio. El archipiélago empieza a tener ya una fama parecida al famoso Triángulo de las Bermudas, debido a las desapariciones que han ocurrido en la zona.
Hasta la fecha, no hay restos del avión de Missoni. El propietario de un hotel de la isla dijo que vio por última vez el avión, un antiguo bimotor BN-2 Islander construido en 1968, entrando en un banco de nubes el 4 de enero, día en que despegó.
La familia Missoni, ha declarado que no descarta la posibilidad de que el avión haya sido secuestrado por narcotraficantes locales. Las autoridades civiles de la aviación de Venezuela dijeron que la última posición registrada del avión fue a 18 kilómetros al sur de Los Roques
Desde que empezara a habitarse el archipiélago a mediados de los años 90, se han registrado al menos 15 incidentes en los que las aeronaves involucradas han desaparecido, se han estrellado o declarado en emergencia durante el vuelo.
Las autoridades de Venezuela, que han intensificado las labores de rescate y mantenido en contacto con el Gobierno Italiano y los familiares de los cuatro tripulantes de la avioneta que provenian de ese país, indicaron que “no se descarta ninguna hipótesis que pudiera conducir al paradero de la aeronave”.
Al ser un archipiélago, donde no hay un aeropuerto comercial, es posible que las continuas desapariciones respondan a un patrón de incidentes técnicos de aviones antiguos, mucho más sensibles a cambios repentinos de presión.
Estas misteriosas desapariciones son, por supuesto, un excelente caldo de cultivo para los que tienen una mente conspirativa. Otras áreas, que tambien se han hecho famosas por este tipo de desapariciones inexplicables, incluyen el Triángulo de Formosa, el Triángulo de Michigan, el Mar de los Sargazos, y el Mar del Diablo de Japón.
Pero, Nick Wall, editor de “pilotweb.aero” y profesor de vuelo, explica: “Los pilotos son unos seres muy pragmáticos y racionales. No se distraen hablando de maldiciones. Siempre hay una explicación para estas cosas, incluso si se necesitan muchos años para descubrirla”.
“Prefieren concentrarse en las cosas que realmente les ayuden a viajar más seguros, tales como medidores de combustible, informes del tiempo e inspecciones de motor. Y son cada vez más conscientes de fenómenos meteorológicos, anteriormente desconocidos, como la costa de cizallamiento del viento y las ondas de montaña, que pueden causar una gran turbulencia de forma repentina”, afirma.
“Es demasiado pronto para saber con certeza qué causó este último incidente”, añade.
El archipiélago, es un conjunto de pequeñas y bellas islas e islotes de las Antillas Menores, pertenecientes a Venezuela. Poseen una superficie estimada de 40,61 km² y están ubicadas entre el archipiélago de Las Aves (al oeste) y la isla de La Orchila (al este), a 176 km al norte de la ciudad de Caracas. Representan uno de los principales atractivos turísticos de ese país y forma parte de un territorio al que se conoce como Dependencias Federales Venezolanas.
Es un parque nacional y según las estadisticas de las autoridades venezolanas, en el año 2007 contaba con 1.800 habitantes fijos, que le colocan como la dependencia federal más poblada. Tiene una superficie aproximada de 221.120 hectáreas, entre espacios marítimos y terrestres, y es considerado el parque marino más grande de América Latina.
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